Juan Carlos De Pablo es uno de los economistas más lúcidos y cercano a Milei, y aseguro, con su clasico estilo, que no cederá con el equilibrio fiscal, si cede en la política fiscal “volamos todos por el aire”.
El economista Juan Carlos De Pablo resaltó el esfuerzo que está realizando el Gobierno en términos de equilibrio fiscal, afirmando que Javier Milei tiene esta convicción “en la sangre” y descartando que la abandone por las elecciones. De Pablo advirtió que Milei cree que, si no se mantiene este equilibrio, “volamos todos por el aire”.
En una entrevista con el programa “Si Pasa, Pasa” de Radio Rivadavia, De Pablo afirmó que “no es Caputo quien le dice a Milei que debe mantener el equilibrio fiscal”, sino que “el presidente lleva esto en su esencia y es fundamental”. Además, destacó que “Caputo se atreve a implementar medidas porque cuenta con el respaldo de Milei”.
Respecto a la posibilidad de que esta política se vea afectada por el calendario electoral, consideró que “sería un gran error aflojar en nombre de conseguir más dinero o por las próximas elecciones, ya que eso podría convertir el sacrificio de la población en un desperdicio”. Subrayó que “no se deben tomar decisiones basadas en eso”.
En relación al presupuesto del próximo año enviado al Congreso, De Pablo expresó que “está claro que se mantendrá la política fiscal y el equilibrio de flujo”, ya que el artículo 1 establece que el déficit para 2025 será cero, y el artículo 2 menciona que “ya veremos cómo lo logramos”.
Destacó que “la convicción detrás de las decisiones no proviene de una planilla de Excel o un pronóstico, sino de un presidente decidido que afirma que esto es así”. Aunque reconoció que “por supuesto está atento a las elecciones”, añadió que “su enfoque, incluso en el ámbito electoral, es continuar con lo que está haciendo, no en aflojar porque volamos todos por el aire”.
En el contexto de las elecciones legislativas, De Pablo insistió en que Milei “no tiene gobernadores, cuenta con pocos senadores y diputados, y pocos instrumentos”, por lo que “se aferra a la herramienta fiscal”. Consideró que “lo que ha mostrado 2024 es que la herramienta fiscal es mucho más poderosa que la monetaria o cambiaria”, y advirtió que “si hoy tuviéramos la tablita de Martínez de Hoz o la convertibilidad de Cavallo, estaría muy preocupado”.
Sobre las afirmaciones que califican de “milagro” los logros macroeconómicos del Ejecutivo, que Milei desestimó al atribuirlos al trabajo, De Pablo dijo que “no es un milagro, aunque sí es una sorpresa”, y estimó que el mandatario “también podría haberse sorprendido por la rapidez de algunos resultados”.
Además, se refirió a la reciente disminución del riesgo país, destacando que “lo más importante de esta caída es que el gobierno ha declarado que no usará esto para aumentar la deuda neta”. Consideró que “parece que la lectura del Poder Ejecutivo es que la reducción del riesgo país le ayudará a negociar mejor con los tenedores de títulos que deben renovarse”.
A la espera del dato oficial de inflación, el economista anticipó que el IPC de octubre del INDEC “se ubicará alrededor del 3%”, y afirmó que “si en noviembre se registrara un 4%, no sería motivo de desesperación”, señalando que “debemos acostumbrarnos, es un país muy dinámico”.
Sin embargo, valoró el proceso desinflacionario al afirmar que “la reducción de la inflación no se basa en un engaño del INDEC, lo cual sería inaceptable, ni en controles de precios directos, otra medida igualmente cuestionable”.
Sobre el comportamiento del consumo, De Pablo criticó la forma en que se mide, apuntando que “es necesario considerar todos los canales de consumo, porque de lo contrario llegamos a la conclusión errónea de que los productores producen más y venden menos, lo cual no tiene sentido”. Ironizó diciendo que “están generando inventarios involuntarios, lo cual es insólito”.
En cuanto a la dinámica de los salarios, sostuvo que la recuperación “es desigual” y, citando un informe de Idesa, observó que “el empleo informal ha crecido más que el formal”, cuestionando “cómo es posible que el informal, que no debería seguir la ley de oferta y demanda, esté así”. Respecto al salario formal, precisó que “el que realmente ha caído es el del sector público, mientras que el privado formal, aunque sea de manera limitada, cuenta con alguna cláusula de indexación y, al bajar la inflación, recupera al menos parcialmente”.