Por Carlos Ruckauf
Milei lucha contra el cáncer del comunismo. Biden debiera ayudarlo”, senador (R) Marco Rubio ,febrero 2024.
La histórica decisión de designar como Secretario de Estado a este prominente emergente de la comunidad Latina norteamericana constituye una clara indicación de la orientación ideológica que Donald Trump busca imprimir a su relación con el mundo.
También la demostración de la decisión de volver su mirada al Sur del Rio Bravo después de varias décadas de descuido, que permitieron un fuerte crecimiento de la influencia China en la región.
El Trump Team tiene la convicción que de allí viene la inmigración ilegal y las drogas, y en la Guerra Fría del Siglo XXI hay que volver a la lógica “amigo/enemigo”.
Marco Rubio tiene 53 años, hijo de inmigrantes cubanos, católico, casado, 4 hijos, conoce perfectamente el “quién es quién” en Centro y Sudamérica y tiene una gran relación con Javier Milei a quien visitó el 20 de febrero pasado, en la Casa Rosada, cuando elogió su “plan para salvar la Argentina” y hasta comentó haberle pedido un autógrafo en una taza con la frase: “NO HAY PLATA”.
El Senador Rubio exigió a Biden en su momento sanciones para CFK y sus familiares entre ellos negarles el ingreso al Pais. Aseguró que “es una cleptócrata convicta que robo miles de millones de dólares de las arcas estatales y permitió que China e Irán concentraran su influencia corrupta en Argentina. Un aliado crítico de Estados Unidos”.
El nuevo Secretario de Estado ha sido muy crítico de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela. También de Lula y Petro. En el caso de Brasil, hace solo dos meses acusó al juez Alexandre de Moraes como el artífice de maniobras, en complicidad con Lula, “para socavar las libertades básicas”.
Sobre el presidente colombiano aseguro que “esta sembrando el desastre” y agregó que “es defensor del narco-dictador Maduro en Venezuela y del dictador títere Díaz Canel en Cuba”.
Rubio tiene también la misión de convencer a los socios europeos, que son ellos y no los contribuyentes norteamericanos los que tienen que financiar la OTAN y que hay que encontrar, juntos, la forma de una rápida paz en Ucrania qué garantice “fronteras seguras para todos” y crear una zona desmilitarizada de 1.200 kilómetros controlada por soldados europeos, que separe a Ucrania de Rusia y Bielorrusia.
Marco Rubio se ganó el agradecimiento de Trump cuando se puso de su lado en las primarias republicanas frente a Ron DeSantis, el gobernador de Florida. El mismo Estado que representa Rubio en el Senado de la Nación.
Al igual que el Presidente electo es un gran amigo de Israel y ha dicho “hay que desatarle las manos a Netanyahu para que acabe su trabajo contra el terrorismo”.
Como se ve almas gemelas con el Presidente de Argentina.