El presidente argentino, Javier Milei, realizó una nueva aparición en la mansión de Donald Trump, esta vez dirigiéndose a un selecto grupo de inversionistas. En un evento que combinó negocios y un ambiente festivo, Milei no decepcionó con su estilo directo y provocador.
Durante su discurso, el mandatario expresó su satisfacción por lo que considera un triunfo del “sentido común” en Estados Unidos, contrastándolo con lo que él denomina “delirio comunista” y la “agenda woke”. “Es una gran alegría saber que en EE.UU. primaron el sentido común y la razón”, declaró, subrayando su postura crítica hacia las políticas socialistas.
Milei aprovechó la oportunidad para hacer una reflexión histórica, comparando el pasado de Argentina con el presente de Estados Unidos. Recordó que hace 120 años, Argentina era un país próspero, guiado por el capitalismo y la libre empresa, compitiendo en igualdad de condiciones con naciones como Australia y EE.UU. Sin embargo, lamentó que, en el último siglo, el país se haya desviado hacia políticas colectivistas que, según él, han llevado a la situación actual.
El evento no solo se centró en la economía; también hubo espacio para la diversión. En un momento más distendido, el presidente se unió a la celebración bailando al ritmo de un clásico de la música disco, mostrando un lado más relajado y festivo. Además, tuvo la oportunidad de conversar con Michael Waltz, quien ha sido designado como asesor en Seguridad Nacional por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump.
Este encuentro no solo representa un nuevo capítulo en las relaciones entre Argentina y Estados Unidos, sino que también refleja la estrategia de Milei para atraer inversiones y fortalecer la imagen de su gobierno en el ámbito internacional. Con su discurso y su estilo, el presidente busca posicionar a Argentina en el mapa económico global, mientras crea lazos con figuras influyentes en la política estadounidense.