En el contexto de la Cumbre de Líderes del G20 celebrada en Río de Janeiro, Brasil, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo destacó su preocupación por la detención de Ismael “El Mayo” Zambada durante su reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Sheinbaum solicitó personalmente información sobre este caso, señalando que era un tema complicado en la relación bilateral.
“Le planteé este asunto, que ha sido difícil en la relación, pidiéndole toda la información posible para poder evaluarlo nosotros… Se mostró muy comprensivo. Le mencioné que sería muy importante para México contar con toda la información y fue receptivo”, declaró Sheinbaum.
Sin embargo, esta inquietud plantea preguntas sobre las motivaciones detrás de su interés. Su mentor político, el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, ha enfrentado acusaciones de haber recibido financiamiento del narcotráfico para sus campañas políticas. Esta conexión histórica genera un contexto curioso en el que la preocupación de Sheinbaum, también bajo sospecha, por la detención de un narcotraficante notorio puede interpretarse como un intento de distanciarse de estas acusaciones y reafirmar la supuesta postura del gobierno mexicano ante el crimen organizado.
La solicitud de información a Biden podría verse no solo como un gesto diplomático, sino también como una estrategia para fortalecer la legitimidad del gobierno de Sheinbaum en un tema tan delicado y polémico, en un momento donde la lucha contra el narcotráfico sigue siendo un desafío crucial para México.