El año 2024 va a ser especialmente negativo en cuanto a la siniestralidad en las carreteras andaluzas. A estas alturas, con 199 víctimas mortales , la estadística luctuosa es un 20 por ciento mayor que la del pasado año, según los datos actualizados de la DGT desde el 1 de enero hasta el 17 de noviembre en esta comunidad autónoma. En 2023, tomando como referencia el mismo intervalo de fechas, el número de muertes por esta causa era de 166. Estos datos sitúan a Andalucía como la comunidad autónoma en la que más personas han perdido la vida por accidente de tráfico este año. Sin embargo, en porcentaje, Navarra o Murcia han tenido una mayor accidentabilidad mortal que Andalucía.Sevilla es la provincia de Andalucía que lidera el aumento de fallecidos por accidentes de tráfico . En 2023, desde el 1 de enero hasta el 17 de noviembre, se produjeron 27 muertes de personas. En 2024, en las mismas fechas, han muerto 43. En Granada , los datos de defunciones han pasado de 25 a 35, y en Jaén , de 11 a 21, según datos de la DGT. Málaga ha incrementado el número de fallecidos en siniestros de 29 personas a 33, y Córdoba ha hecho lo propio de 17 a 20. Cádiz ha disminuido sus cifras de 20 defunciones a 17, al igual que Almería y Huelva , que disminuyen sus cifras de personas que han perdido la vida en siniestros de 22 a 17 y de 15 a 13, respectivamente.Objetivo cero víctimasSTOP Accidentes es una asociación ciudadana sin ánimo de lucro que lucha por poner en marcha procesos que mejoren la convivencia y el respeto a la vida de los demás en la movilidad. Su principal objetivo es el de 0 víctimas en carretera . Desde su página web exigen «una Secretaría de Estado para todas las víctimas de todas las violencias que contemple la ayuda integral a víctimas y familiares», además de «la creación una Agencia de movilidad» y unos «Juzgados especializados en delitos viales».Explican que las prioridades para prevenir accidentes de tráfico se basan en «la movilidad sostenible, segura, saludable e inclusiva», incidiendo en la promoción de «zonas de pacificación» y «la aplicación del la ley 30km/h en las ciudades». Además, exigen la « tolerancia cero en factores de riesgo como la droga y el alcohol », para ello hay que «aumentar los controles preventivos y la información». Mari Ángeles Villafranca , delegada de STOP Accidentes Andalucía, aclara que « no son accidentes, son siniestros », porque la mayoría «son evitables». Explica que los datos que facilita la DGT no están completos porque «solamente se contabilizan autovías, autopistas y carreteras nacionales», por lo que no se tienen en cuenta las carreteras secundarias, y «ahí es donde más siniestros ocurren».Está convencida de que las alarmantes cifras que existen se deben a que « la gente no le da la importancia que debería ». Para que esto cambie « se tienen que endurecer las consecuencias », porque «a las personas les duele el bolsillo». Añade que «las condenas se deberían cumplir, completas» y critica que exista la posibilidad de «evitarla si es inferior a dos años». Exige que se impartan « clases de concienciación al recibir el carnet de conducir » y considera «esencial» que exista educación vial desde preescolar. Su hijo Miguel Ángel perdió la vida con 20 añosMari Ángeles ha vivido de primera mano este tipo de sucesos . Su hijo falleció el 26 de marzo de 2006 . Con 20 años se fue a trabajar en Atarfe y un conductor de un camión, mientras discutía con su mujer por teléfono, invadió el carril contrario y «se lo llevó por delante». Asegura no querer saber quien es, porque «él a mí no me puede dar explicación alguna. No hay nada en la vida que se equipare al dolor de perder a tu hijo ».Mari Ángeles Villafranca. Detrás, un retrato de su hijo Miguel Ángel mari ángeles villafrANCAA este drama, en diciembre de ese mismo año, se une el suicidio de su marido . «No pudo superar que no hubiese ni un juicio», reconoce. Cabe recalcar que en aquel entonces el uso del teléfono móvil mientras se conducía no estaba tipificado en el código penal. Confiesa que salió adelante «gracias a la fe». La resolución fue de una falta y una multa simbólica. «Mi hijo costó 180 euros», sentencia.27 años sin José Carlos José Carlos Santos fue víctima de un siniestro vial en 1997 con 36 años en la carretera de Tarifa hacia Algeciras . Su hermana Cinta explica que «una persona chocó contra el lateral del coche de mi hermano». Este conductor iba «en un estado en el que no debería conducir» y le provocó un golpe en la cabeza a José Carlos, que le supuso un coma de tres días, «hasta que falleció». Ese día « le arrebataron la vida a él y a todos nosotros », porque « la familia no volvió a ser la misma» . Cinta revela haber visto a sus padres «destrozados, con una depresión tremenda». Ella ha rehecho su vida, pero « me sigue doliendo en el alma », explica. Por mucho tiempo que pase, uno no olvida y « la silla del que se va estará vacía para siempre ». Han sido muchos años de dolor para Cinta, que ahora es capaz de dar testimonio porque «ha pasado mucho tiempo», pero, «si lo tuviese más reciente, no podría». «Nosotros salimos adelante gracias a la fe, la familia y los amigos», confiesa. José Carlos Santos mirando hacia el monte en la Sierra de Cádiz cinta santosCinta participa de forma activa en la ONG Stop Accidentes, siendo representante de la provincia de Sevilla, donde dan testimonios que «llegan a las personas». Asegura que la labor que realizan es indispensable porque « tenemos que seguir insistiendo y dando charlas para informar a la población del problema », porque «l a gente no es consciente de lo que supone llevar un coche» . Defiende la importancia de seguir difundiendo la gravedad del asunto», como un martillo pilón. «Si los testimonios de las personas se multiplicasen la gente sería más prudente», reitera. Insiste en una frase que utiliza con frecuencia en su día a día, tanto en su casa como en las autoescuelas: « el amor es mucho más grande que la muerte, pero si ésta se puede evitar, mejor» .Sobre el repunte de siniestros mortales en Andalucía, cree que «el alcohol social puede tener que ver, porque aquí es muy común. Tendemos a salir más y mucha gente piensa que puede tomarse dos copas y conducir». Añade que también es un problema que involucra al Ministerio de Transportes, porque « muchas carreteras se encuentran en mal estado» .En España, los delitos contra la seguridad vial están previstos en el Código Penal, incluyéndose entre ellos el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos de las drogas o alcohol, la conducción temeraria o con manifiesto depsrecio por la vida de los demás.Superviviente: la curva que le cambió la vida a Juan JoséJuan José Cabrerizo sobrevivió a un trágico accidente de tráfico el 2 de enero de 1993 , en el que perdió las dos piernas . Explica que sucedió en «una curva sin visibilidad», donde se encontró con un gran charco de gasoil . Por la cantidad, cree que «se le había derramado a un vehículo de grandes dimensiones». Reconoce que le fue imposible escapar, porque «estaban los dos carriles cubiertos». La moto le patinó y su novia Sonia se fue rodando por el asfalto, lo que le provocó la rotura de la tibia y el peroné. Él se llevó la peor parte al chocar contra los guardarraíles. Explica que « mis piernas impactaron por debajo del mismo y mi cuerpo por arriba, lo que supuso la amputación de la pierna derecha ». La pierna izquierda se la amputaron casi dos semanas después en quirófano. Juan José trató de socorrer a su pareja, pero « empecé a sangrar muchísimo y me desmayé ».Juan José Cabrizo tocando la guitarra juan josé cabrizoEste motorista sigue vivo porque « una sanitaria me salvó ». Esta persona le hizo dos torniquetes que lograron cortar la hemorragia, «suficiente hasta que llegó la ambulancia». El proceso de recuperación tras un accidente es muy duro. Juan José lo recuerda como un calvario, en el que estuvo «desde 1993 hasta 2004 sin encontrar trabajo», inmerso en un proceso de «recuperar mi vida mentalmente, físicamente y económicamente». Tras este suceso, el granadino tenía dos opciones: «querer morirme o tirar hacia delante» . Explica que se dio cuenta del gran cambio en su día a día cuando salió a la calle. « Nada es como antes después de perder las dos piernas» , asegura.En 2004 le llegó una llamada que le volvería a cambiar la vida . La Universidad de Granada contactó con él para que se incorporarse a trabajar allí. En ese momento « lloré de alegría », confiesa. Ahora va en silla de ruedas eléctrica todos los días a su puesto de trabajo, que le ha permitido « una cierta normalidad y una estabilidad económica ».Dentro del mundo de los motoristas, existe el pensamiento generalizado de que uno nunca se va a caer. «Yo también lo pensaba», asegura. Juan José tenía mucha experiencia y llevaba manejando todo tipo de cilindradas desde los 18 años, pero « un día te puede tocar a ti ».
Fuente ABC