La llegada del invierno trae consigo un aumento en el precio de la bombona de butano, un recurso energético esencial para muchos hogares en España. Este es un pronóstico que lleva cumpliéndose cada temporada con la llegada del frío, como explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), pues aumenta la demanda para nutrir calefacciones y agua caliente sanitaria.
Así, desde el 19 de noviembre, el precio de la bombona de 12,5 kg ha experimentado un nuevo incremento, situándose en 16,61 euros, lo que supone una subida de 68 céntimos respecto al precio anterior. Este ajuste en la bombona afecta a los consumidores en un momento de mayor demanda debido a las bajas temperaturas, un euro y medio más cara que el año pasado en este periodo.
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El incremento, aunque esperado, refleja una tendencia al alza que se ha observado en los últimos meses. En septiembre, el precio subió 60 céntimos, y con esta nueva revisión, el coste interanual de la bombona es 9,7% superior al registrado hace un año, cuando costaba 15,14 euros. Este aumento ha superado con creces el IPC medio, lo que genera preocupación entre los usuarios, especialmente en los hogares más vulnerables que dependen de este combustible para la calefacción y la cocina.
Factores detrás de la subida
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la principal causa de este incremento es el fuerte encarecimiento de la cotización internacional del butano, que ha subido un 9,05%. Otros factores, como el coste de los fletes o la depreciación del euro frente al dólar, han tenido un impacto mínimo, amortiguando ligeramente el aumento final.
El sistema de revisión de precios, establecido en 2015, permite ajustar los costes cada dos meses con un margen máximo del 5%. En esta ocasión, la subida ha sido del 4,27%, dejando cierto margen para futuros ajustes. Esto implica que, si las condiciones actuales persisten, es probable que el precio supere los 17 euros en la próxima revisión de enero de 2025.
Impacto en los consumidores
La bombona tradicional de butano es utilizada por la mayoría de los hogares que consumen este gas en España, con un total de 53 millones de unidades en circulación frente a otras variantes de precio liberalizado. Estos hogares, en su mayoría ubicados en zonas rurales o con acceso limitado a otras fuentes de energía, están viendo cómo sus gastos energéticos aumentan significativamente, lo que dificulta su economía doméstica en un contexto de alta inflación.
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EFE
Además, las recientes huelgas de los repartidores de bombonas, que exigen mejoras en sus condiciones laborales, podrían agravar el problema del suministro en los próximos días. Estas movilizaciones podrían influir indirectamente en el precio final si las demandas laborales generan cambios en los costes de distribución.
Previsiones para enero de 2025
Con la próxima revisión programada para el 21 de enero, los expertos anticipan un posible incremento adicional. Factores como la cotización internacional, los costes de transporte y la evolución del tipo de cambio seguirán siendo determinantes. Si las condiciones actuales no mejoran, no se descarta que la bombona alcance cifras que no se veían desde los picos históricos durante la crisis energética de 2022.
Fuente El Confidencial