Moscú (17 de diciembre de 2024)Total News Agency-TNA– Rusia ha llevado a cabo con éxito una prueba de desconexión total del internet global, en el marco de su proyecto para desarrollar una red soberana completamente controlada por el Estado. Este avance ha sido calificado por diversos analistas como “la gran muralla rusa” o un nuevo “telón de acero digital”, marcando un hito en los esfuerzos del Kremlin por aumentar su control sobre la información y protegerse de posibles amenazas externas.
Según un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), la agencia reguladora de internet de Rusia, Roskomnadzor, realizó un bloqueo completo de internet durante 24 horas en las regiones de Daguestán, Chechenia e Ingushetia, situadas al suroeste del país. Durante este periodo, los habitantes de estas áreas quedaron totalmente desconectados de servicios globales como YouTube, Amazon, Google, WhatsApp y Telegram.
Lo más destacado de esta prueba fue la imposibilidad de superar las restricciones mediante el uso de redes privadas virtuales (VPN), una herramienta comúnmente utilizada en Rusia para eludir la censura. Este logro refuerza la capacidad del gobierno ruso para controlar el acceso a internet y limitar el flujo de información dentro de sus fronteras.
Preparativos para un internet independiente
La iniciativa rusa se enmarca dentro de la Ley de Internet Soberano, que exige a los operadores de telecomunicaciones instalar equipos bajo el control de las autoridades estatales en puntos clave de intercambio de datos dentro del país, así como en los puntos de interconexión en la frontera. Este sistema permite bloquear páginas y recursos en línea, además de analizar el tráfico de datos para censurar contenido considerado prohibido por el gobierno.
Un elemento crucial para la independencia de la red rusa es la creación de un Sistema de Nombres de Dominio (DNS) propio, separado del sistema global. Este DNS ruso permitiría que la red funcione de manera autónoma en caso de una desconexión total del internet mundial.
De concretarse esta desconexión, la población rusa se vería obligada a prescindir de servicios digitales occidentales populares, lo que tendría un impacto significativo en su acceso a información y herramientas de comunicación. Además, incluso las VPN, utilizadas para evadir censuras, podrían quedar inutilizadas bajo este sistema de control.
La prueba exitosa marca un avance importante en los esfuerzos del Kremlin por consolidar un internet soberano, mientras observadores internacionales expresan preocupación por las implicaciones de este modelo en términos de censura y aislamiento digital.