Jerusalén-25 de enero de 2025-Total News Agency-TNA- Un cargamento de más de 1.000 toneladas de productos químicos destinados a la fabricación de combustible para misiles ha salido de China con dirección a Irán, lo que podría tener repercusiones significativas en la seguridad regional y global. Según un informe del Financial Times, dos buques de carga iraníes están programados para transportar estos químicos clave, con planes de zarpar desde China en las próximas semanas.
Las embarcaciones, identificadas como el Golbon y el Jairan, se espera que transporten más de 1.000 toneladas de clorato de sodio, un componente esencial en la producción de clorato de amonio, el principal ingrediente para el propelente sólido de misiles. Este tipo de información proviene de “inteligencia de funcionarios de seguridad de dos países occidentales”, quienes han emitido advertencias claras tanto a Irán como a China respecto a estas operaciones.
El clorato de sodio que se enviará podría producir hasta 960 toneladas de clorato de amonio, lo que representa aproximadamente el 70% del propelente necesario para misiles de combustible sólido. Esta cantidad es suficiente para abastecer 260 misiles de alcance medio, como el Kheibar Shekan o el Haj Qassem. Cabe destacar que el clorato de amonio está clasificado entre los productos químicos controlados por el Régimen de Control de Tecnología de Misiles, un organismo internacional que busca prevenir la proliferación de armamento.
En el último año, Irán ha enfrentado serias dificultades en la fabricación de propelentes para misiles. Axios reportó en octubre que Israel había llevado a cabo ataques aéreos contra 12 “mezcladoras planetarias”, utilizadas para producir combustible sólido para misiles balísticos de largo alcance. La Fundación Carnegie para la Paz Internacional también documentó que Israel destruyó instalaciones de producción de misiles de propelente sólido en Parchin, Khojir y Shahroud.
El general de división Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, y Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI, han sido figuras clave en la presentación de nuevos misiles, como el Kheibar Shekan, en eventos recientes. Sin embargo, la situación se complica aún más con el envío de estos químicos, que están destinados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
El informe del Financial Times sugiere que las autoridades chinas y otras naciones podrían estar bajo presión para interceptar este envío. Según los datos de rastreo de buques, el Golbon partió de la isla de Daishan, al sur de Shanghái, y se espera que el Jairan zarpe con 22 contenedores a principios de febrero. El trayecto hasta Irán tomará aproximadamente tres semanas, con el destino final en Bandar Abbas, un puerto estratégico en el sur de Irán.
La embajada china en Washington ha declarado no estar al tanto de la situación, y hasta el momento, Irán no ha emitido comentarios sobre el artículo del Financial Times. En un evento reciente en Davos, Mohammed Javad Zarif, actual vicepresidente de asuntos estratégicos de Irán, minimizó el impacto de las acciones israelíes y reafirmó la resiliencia de su país ante las adversidades.
Este desarrollo subraya la creciente tensión en la región y la preocupación internacional por la capacidad de Irán para avanzar en su programa de misiles, especialmente en un contexto donde los conflictos en Siria y las operaciones de grupos proxy han complicado aún más la dinámica de seguridad en Oriente Medio.
Ya en 2020, Irán utilizo la excusa de usar combustible sólido para lanzamiento pacífico de cohetes al espacio, pero como se pudo comprobar las verdaderas intenciones están al descubierto. Lo mismo hizo con la tecnología nuclear.