Navegan por aguas internacionales haciéndose pasar por una flota pesquera, pero en realidad, esta fuerza de buques opera junto al ejército chino para promover los objetivos políticos de Pekín. Se trata de la milicia marítima china, una armada en la sombra cuya existencia China niega.
“China emplea a su milicia marítima como fuerza paramilitar”, dijo a Diálogo Raymond Powell, director de SeaLight, un proyecto de transparencia marítima del Centro del Nudo Gordiano para la Innovación en Seguridad Nacional de la Universidad de Stanford. “Aunque se hacen pasar por barcos pesqueros por lo general no pescan, sino que participan en maniobras agresivas contra barcos de otros países, con ataques grupales, bloqueos y embestidas, en estrecha coordinación con la Guardia Costera china”.
Si bien la milicia marítima china, también conocida como Milicia Marítima de las Fuerzas Armadas Populares (PAFMM), actúa principalmente en el Mar de China Meridional, como parte de los esfuerzos de Pekín por ejercer sus reivindicaciones territoriales, los expertos expresaron su preocupación por su posible presencia en Latinoamérica debido a las acciones descaradas, ilegales y destructivas de su flota pesquera a gran escala en la región.
“Varios informes internacionales […] han denunciado reiteradamente cómo los buques chinos dedicados a la pesca ilegal no sólo pescan, sino que representan una fuerza naval opaca utilizada directamente por el gobierno de Pekín”, informó el sitio argentino de noticias Infobae.
En agosto de 2022, el buque de la Guarda Costera de los Estados Unidos James, que realizaba una patrulla conjunta con la Armada del Ecuador frente a las islas Galápagos, para inspeccionar si había indicios de pesca ilegal por parte de barcos chinos dedicados a la pesca de calamares, tuvo que tomar una acción evasiva para evitar ser embestido por una embarcación china que viró agresivamente hacia él, mientras otras dos embarcaciones chinas se alejaban a toda velocidad para escapar, informó entonces AP.
“El enfrentamiento en alta mar representa una violación potencialmente peligrosa del protocolo marítimo internacional”, informó AP.
Zona gris
El primer uso de milicias pesqueras en el Mar de China Meridional por parte de la República Popular China (RPC) se remonta a la década de 1970, y desde entonces ha desempeñado un papel central en la afirmación de las reivindicaciones de Pekín en la región, indicó en un informe el think tank Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
En la actualidad, los expertos creen que la PAFMM podría tener acceso a unos cientos de miles de buques pesqueros de todos los tamaños, algunos equipados con armamento fijo, aunque el objetivo de la milicia es “ganar sin luchar abrumando al adversario con enjambres de buques pesqueros”, señaló en un informe Derek Grossman, analista principal de defensa del think tank RAND.
La vigilancia, el acoso, las embestidas y el uso de mangueras de agua de alta presión contra buques extranjeros, así como la escalada de tensiones, son algunas de las tácticas empleadas por la PAFMM.
Los investigadores Shuxian Luo y Jonathan Panter, de la Universidad John Hopkins y la Universidad de Columbia respectivamente, escribieron en un informe que parte de la fuerza de la milicia radica en su capacidad de negación, que permite a sus buques hostigar e intimidar a barcos extranjeros, al tiempo que permite a China negar estar afiliada a estas actividades. También permite a China ejercer presión y coaccionar a naciones que podrían temer provocar a la RPC.
“Como China afirma que no son buques militares, puede alegar que cualquier acción contra ellos por parte de armadas o guardacostas extranjeros constituiría un ataque contra civiles chinos”, informó CNN.
A pesar de que existe conciencia global acerca de cómo crece esta milicia y el papel que juega en las operaciones de China, no existen detalles precisos del tamaño o la composición de la flota.
“Algunos de estos barcos son financiados directamente por el gobierno chino”, dijo Powell. “Otros pertenecen a empresas privadas que reciben subsidios gubernamentales, para ayudar a reforzar la presencia de China en aguas distantes”.
Otra táctica empleada por estos buques se conoce como rafting (balseros), que consiste en atar varios buques por el ancla, para crear puestos flotantes de avanzada, semipermanentes, difíciles de dispersar por su volumen colectivo. Estas formaciones permiten establecer un control sobre zonas específicas, evitar militarizar abiertamente la región, y complicar las respuestas diplomáticas. Su ventaja radica en su ambigüedad legal, detalló SeaLight.
“China tiene aspiraciones geopolíticas que contradicen los marcos legales. Pareciera que no les importa mucho”, explicó a Diálogo María Isabel Puerta, profesora adjunta de Ciencias Políticas en el Valencia College, de Orlando, Florida. “Es una forma de enmascarar la presión que ejerce China. Tiene que ver con el reconocimiento de que hay un orden jurídico que ellos pretenden pasarse por delante. Entonces utilizan estas embarcaciones como una mampara, porque está claro que están trabajando coordinadamente”.
China ha demostrado cómo, mediante el uso de su milicia marítima, ignora la soberanía de sus vecinos, viola el derecho internacional y usurpa puntos estratégicos para ejercer influencia política, económica y militar, afirmó Haroro Ingram, director para Filipinas del Instituto de la Paz de los Estados Unidos, en un articulo de opinión publicado el 11 de diciembre para la plataforma de asuntos exteriores War on the Rocks. “Su agresivo expansionismo, sus campañas de intimidación y su ocupación en aguas ricas en recursos, no solo amenazan la seguridad de la zona Indo Pacífico, sino la seguridad global”.
Fuente Dialogo.Americas