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La discusión sobre el valor del dólar recobró fuerza esta semana, luego de que Javier Milei ratificara que el tipo de cambio no está atrasado y saliera a cuestionar las proyecciones de devaluación en algún momento de 2025.
Asimismo, apuntó contra los economistas que tienen “el disco rayado”, en referencia a aquellos que piden que el Gobierno aplique un salto en la cotización oficial del dólar.
En medio de este debate opinó Orlando Ferreres, uno de los consultores más escuchados del mercado, quien compartió su visión sobre el nivel actual del dólar.
La advertencia por un potencial acuerdo con el FMI
En diálogo por Canal E, el titular de la consultora OJF y Asociados fue consultado sobre las conversaciones que mantiene el Gobierno con el FMI y resaltó que el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con funcionarios en Washington y en Buenos Aires.
En ese sentido, el economista proyectó la fecha específica para alcanzar un nuevo programa con el organismo: “Podría haber un acuerdo en abril, pero aún falta la aprobación del directorio”.
Sostuvo que una de las principales demandas tiene que ver con una mayor consolidación fiscal, a través de una baja del gasto sin subir impuestos. No obstante, agregó: “Pero también preguntan por el tipo de cambio, que estaría atrasado”.
Cuánto debería valer el dólar para que no quede atrasado, según Ferreres
Al respecto, Ferreres puntualizó que la cotización oficial debería ubicarse en un valor considerablemente superior al número actual para que no quede atrasado.
Sugiriendo un fuerte atraso cambiario, le puso un precio: “Se calcula que la paridad de equilibrio teórico está en $ 1.617 por dólar, mucho más arriba de lo que está ahora que es $1.075.
Finalmente, advirtió que los desembolsos que ingresen al país a través de un préstamo del Fondo “no serán suficientes para levantar el cepo cambiario”, mostrándose en línea con la reciente opinión de Domingo Cavallo.
“El préstamo del FMI es un paliativo, pero el crecimiento sostenido requerirá confianza y reformas estructurales”, sentenció el economista, en alusión a la importancia de la estabilidad macroeconómica para atraer inversiones y permitir la quita de las restricciones cambiarias.
Fuente El Cronista
