Buenos Aires- 4 de marzo de 2025-Total News Agency-TNA- Sergio Orlando Leiva, apodado “El Negro Sombra”, un reconocido exconvicto con un extenso historial criminal, fue asesinado este lunes en el asentamiento de Talar de Pacheco, partido de Tigre, tras recibir varios disparos. Según fuentes locales, el ataque ocurrió en la intersección de Pasaje San Pablo y Marcos Sastre, donde Leiva fue baleado en circunstancias aún bajo investigación. Aunque fue trasladado de urgencia al hospital de la zona, no logró sobrevivir a las heridas.
De acuerdo con las primeras informaciones difundidas por medios como SM Noticias, el homicidio estaría vinculado a un enfrentamiento con dos hombres, en lo que podría tratarse de un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Sin embargo, esta hipótesis aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.
Leiva, oriundo de Villa San Pablo, había sido detenido en 2004 y condenado posteriormente a una pena unificada de 34 años de prisión por múltiples delitos, entre ellos secuestros extorsivos y homicidios perpetrados en distintos puntos del Gran Buenos Aires. Entre sus crímenes más notorios se encuentran el secuestro de Rubén Astrada, padre del exfutbolista Leonardo Astrada, y de Ernesto Rodríguez, padre del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez.
En 2019, tras cumplir más de dos tercios de su condena, Leiva obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, instalándose en una vivienda del partido de Tigre, donde debía cumplir con restricciones como no alejarse más de 100 kilómetros de su domicilio y portar una tobillera electrónica del Servicio Penitenciario Federal. Al momento de su muerte, aún contaba con este dispositivo.
La investigación sobre el asesinato quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de El Talar, mientras que la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro y la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte trabajan en la identificación y captura de los responsables del crimen.
Un historial delictivo marcado por secuestros y homicidios
El Negro Sombra acumuló numerosos antecedentes penales a lo largo de su vida. En 1998, fue condenado a tres años de prisión por tenencia de arma de guerra, tras lo cual se involucró en una serie de secuestros extorsivos que lo convirtieron en una figura temida en el ámbito delictivo.
En 2003, secuestró a Rubén Astrada, quien permaneció cautivo durante 27 días. Aunque inicialmente exigió un rescate de 800 mil dólares, finalmente liberó a su víctima sin recibir pago alguno. Ese mismo año, también participó en el secuestro de Ernesto Rodríguez, quien fue retenido durante 43 días y rescatado por la Policía en febrero de 2004.
En 2005, Leiva fue condenado a 21 años de prisión por los homicidios de Mariano Menéndez y Guillermo Lindon, ocurridos en 2002. Además, en abril de 2007, el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de San Martín lo sentenció a 23 años de prisión, junto con Horacio “Lala” López, por el secuestro de Mirta Fernández, quien fue liberada tras el pago de un rescate de 430.000 pesos.
Ese mismo tribunal también lo condenó en junio de 2007 a 15 años de prisión por el secuestro de Ernesto Rodríguez y, un mes después, a 11 años y seis meses por el secuestro del adolescente Francisco Hahner, de 16 años, ocurrido en 2003.
En total, las penas acumuladas por Leiva sumaban 101 años de prisión. Sin embargo, en 2016, el TOF 1 de San Martín realizó un nuevo cómputo y unificó sus condenas en una pena de 34 años.
Pese a su historial, Leiva obtuvo la libertad condicional en 2019, lo que le permitió salir del penal federal de Senillosa, en Neuquén, y continuar cumpliendo su condena en su domicilio bajo monitoreo electrónico.
La violenta muerte de El Negro Sombra marca el fin de una vida signada por el crimen, dejando abiertas múltiples interrogantes sobre las circunstancias de su asesinato y las posibles conexiones con el submundo del narcotráfico.