Pekín, 5 de marzo-Total News Agency-TNA- China ha endurecido su postura frente a Estados Unidos, advirtiendo que está preparada para “luchar hasta el final” en medio de un conflicto que abarca tensiones comerciales, diplomáticas e incluso militares. En un mensaje publicado en la red social X, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, lanzó una declaración que eleva significativamente las tensiones bilaterales. “Si lo que Estados Unidos quiere es una guerra, ya sea una guerra arancelaria, una guerra comercial o cualquier otro tipo de guerra, estamos dispuestos a luchar hasta el final”, afirmó Jian, en una declaración que, por primera vez, sugiere tácitamente la posibilidad de un enfrentamiento militar entre ambas potencias.
Incremento en el presupuesto militar chino
El mensaje de Lin Jian coincide con el anuncio de China de un aumento del 7,2% en su presupuesto de defensa para este año. Esta medida, que se enmarca en los esfuerzos del país por construir un ejército más grande y tecnológicamente avanzado, tiene como objetivo respaldar sus reclamos territoriales en la región y desafiar el liderazgo militar de Estados Unidos en Asia. Este incremento presupuestario, uno de los mayores en años recientes, subraya la determinación de Pekín de consolidar su posición como una potencia militar global y de responder a lo que considera una creciente amenaza por parte de Washington.
El gobierno chino ha señalado que este fortalecimiento militar no solo busca garantizar la seguridad nacional, sino también enviar un mensaje claro a Estados Unidos y sus aliados en la región. Analistas internacionales consideran que esta decisión podría intensificar aún más las tensiones en Asia-Pacífico, donde las disputas territoriales en el Mar de China Meridional y el apoyo de Washington a Taiwán ya han generado fricciones significativas.
El fentanilo como punto de conflicto
En el plano diplomático, la crisis del fentanilo se ha convertido en un nuevo eje de confrontación entre ambos países. Lin Jian acusó a Estados Unidos de utilizar este problema como una “excusa endeble” para justificar la imposición de aranceles a productos chinos. “Estados Unidos y nadie más es responsable de la crisis del fentanilo dentro de ese país”, aseguró el portavoz chino, quien argumentó que Pekín ha realizado esfuerzos significativos para ayudar a Washington a abordar esta problemática.
“En un espíritu de humanidad y buena voluntad hacia el pueblo estadounidense, hemos tomado medidas enérgicas para lidiar con el problema. Sin embargo, en lugar de reconocer nuestros esfuerzos, Estados Unidos ha tratado de difamar y echar la culpa a China, y está tratando de presionar y chantajear a China con aumentos de aranceles”, añadió Jian. Según el portavoz, estas acciones no solo son injustas, sino que también amenazan con socavar el diálogo y la cooperación bilateral en materia de combate al narcotráfico. “Nos están castigando por ayudarlos. Esto no va a resolver el problema y socavará nuestro diálogo y cooperación antinarcóticos”, enfatizó.
Respuesta económica de China
En represalia a las medidas arancelarias impuestas por Washington, que también afectan a México y Canadá, China anunció nuevos gravámenes a bienes agrícolas y alimentarios estadounidenses por un valor total de 21 mil millones de dólares. Entre los productos afectados se encuentran granos, carne y otros productos esenciales para la economía agrícola de Estados Unidos. Pekín también impuso restricciones a la inversión de 25 empresas estadounidenses, citando motivos de seguridad nacional.
“La intimidación no nos asusta, y el acoso no funciona con nosotros”, declaró Lin Jian, quien advirtió que cualquier intento de ejercer “máxima presión” sobre China es un error de cálculo. Según el portavoz, la solución al problema del fentanilo y otros conflictos bilaterales radica en un enfoque basado en la consulta mutua y el trato igualitario entre ambas naciones.
Reclamación ante la OMC
Como parte de su estrategia para contrarrestar las acciones de Estados Unidos, China presentó este martes una nueva reclamación ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este recurso busca cuestionar la legalidad de los aranceles adicionales impuestos por Washington a productos chinos, que Pekín considera una violación de las normativas internacionales de comercio.
Según fuentes oficiales, el gobierno chino está decidido a utilizar todos los mecanismos multilaterales disponibles para defender sus intereses. Al mismo tiempo, Pekín ha reiterado su disposición al diálogo, siempre y cuando este se base en el respeto mutuo y la igualdad de condiciones.
Un conflicto de múltiples dimensiones
El enfrentamiento entre China y Estados Unidos ha escalado rápidamente en las últimas semanas, abarcando aspectos comerciales, diplomáticos y militares. Mientras Washington justifica sus medidas arancelarias como una respuesta a la crisis de opioides y a preocupaciones de seguridad nacional, Pekín las interpreta como una estrategia de intimidación y chantaje.
Por su parte, el aumento del presupuesto militar chino y las declaraciones de Lin Jian reflejan una postura más agresiva por parte de Pekín, que parece estar preparada para responder con firmeza a cualquier acción que perciba como una amenaza a su soberanía o a sus intereses estratégicos.
En este contexto, las relaciones entre las dos mayores economías del mundo se encuentran en un punto crítico, con un futuro incierto que podría redefinir el equilibrio de poder global.