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Por Julian Álvarez
Si se lo propone, el bloque de Unión por la Patria tiene los votos necesarios para rechazar los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en una eventual próxima sesión en el Senado. Bajo esa premisa, que habla de la fragilidad relativa que tienen ambas candidaturas, es que el gobierno nacional está buscando reposicionarse para evitar la caída de ambos o de alguno de los dos.
Altas fuentes de la Presidencia afirmaron que están dispuestos a entablar diálogos con la oposición para que los pliegos no se den de baja. Esto es, que el kirchnerismo no firme el dictamen de García-Mansilla en la Comisión de Acuerdos; porque de ser su candidatura podrá ser volteada con más de 24 votos negativos en una próxima sesión. Eso mismo podrá ocurrir con Lijo, que consiguió meses atrás las nueve firmas de su dictamen.
El tiempo apremia. Y es que esta comisión se reunirá este jueves a las 11, en donde el kirchnerismo y parte de la oposición buscan apurar el dictamen de rechazo al pliego de García-Mansilla, que ya juró como juez de la Corte Suprema dos semanas atrás, amparado en el nombramiento por decreto que firmó el presidente Javier Milei.
El bloque de Unión por la Patria tiene para aportar siete de las nueve firmas necesarias, mientras que las otras dos las brindan los senadores porteños Guadalupe Tagliaferri (PRO) y Martín Lousteau (UCR). Esta primera es la titular de la comisión, y es quien indica que una de las firmas -hecha por José Mayans- es inválida porque no estaba presente al momento de la asamblea en la que se trató el pliego. Esta jornada se resolvería esta cuestión, indicaron fuentes de la Cámara alta.
Los senadores Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri
Hasta ayer, la Casa Rosada tenía intenciones de comenzar a negociar tanto con Unión por la Patria como con los gobernadores para aplazar un eventual rechazo. Se habla de que el 20 de marzo podría convocarse a una sesión especial para voltear ambos pliegos.
De suceder el rechazo de las candidaturas, la Casa Rosada afirma que García-Mansilla solo puede ser removido por juicio político (por ya haber jurado) y que sus funciones como juez duran hasta el 30 de noviembre, dado que los nombramientos por comisión establecen que podrán ocupar el máximo tribunal hasta el fin de las sesiones ordinarias.
El de Lijo es un escenario más pesimista. La Corte Suprema rechazó su pedido de licencia extraordinaria por 3 a 1, siendo Ricardo Lorenzetti el único que quería convalidárselo. Sin eso, el magistrado debería renunciar a su juzgado en Comodoro Py si quisiera asumir temporalmente en el Palacio de Tribunales, algo que no está dispuesto a hacer.
La foto de la incorporación de Manuel García-Mansilla como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
El Gobierno cuenta con varias cartas para forzar una negociación. Hay pendientes más de 150 pliegos de jueces, defensores y fiscales de todo el país; así como el nombramiento del Defensor del Pueblo, el Defensor Oficial y el Procurador General, que es el jefe de los fiscales.
“Está todo sobre la mesa, salvo Lijo y el procurador”, indicó ayer una fuente inobjetable de la Casa Rosada.
Un importante senador de la oposición dialoguista fue a visitar un encumbrado despacho el miércoles por la tardenoche, mientras afuera había encapuchados que tiraban piedrazos a la Casa de Gobierno. “Van a tener las nueve firmas para el dictamen de García-Mansilla”, dijo, a su pesar.
El secretario de Justicia, Sebastián Amerio, el principal alfil judicial del asesor presidencial, Santiago Caputo
Así las cosas, el Gobierno tiene una semana para intentar convencer a la oposición dura para que no finiquite los pliegos libertarios. Se trata de algo que requerirá muchas concesiones de parte del oficialismo, porque desde que terminó el tratamiento de la Ley Bases que esta cuestión judicial aparece en el horizonte y, desde entonces, el gobierno no se preocupó por conseguir los votos de los jueces.
“¿Vos te pensás que en una semana se puede resolver lo que en varios meses no se hizo?”, le dijo a El Cronista una fuente libertaria de Casa Rosada, dando a entender que tiene desconfianza de que un entendimiento se pueda llegar a lograr con rapidez. La negociación depende del asesor presidencial, Santiago Caputo, y del secretario de Justicia, Sebastián Amerio. Este último es considerado como el ministro judicial entre las sombras. En noviembre hizo una conferencia de prensa en la que anunció que iba a enviar los 150 pliegos para cubrir las vacancias del Poder Judicial. Esto nunca sucedió.
Fuente El Cronista
