Río Grande, 8 de mayo de 2025 – Total News Agency (TNA)- Jorge Taranto, veterano de la Guerra de las Malvinas y subteniente durante el conflicto, ha presentado una denuncia penal ante el Tribunal Federal de Río Grande, Tierra del Fuego, en la que acusa a dos soldados, identificados por sus iniciales R.P. y E.R., de falso testimonio. Además, Taranto ha incluido en su denuncia a la ex jueza federal Lilian Herráez y al fiscal Marcelo Rapoport, a quienes responsabiliza de manipular la causa en su contra.
En su presentación, Taranto sostiene que los soldados mencionados lo han imputado falsamente en hechos que nunca ocurrieron, afectando su honor y la memoria de los combatientes. El veterano argumenta que las declaraciones de los denunciantes fueron utilizadas por la Justicia para sostener acusaciones infundadas, a pesar de que él no formó parte de la fracción a su mando. Para respaldar su denuncia, ha entregado documentos que evidencian las falsedades en los testimonios, los cuales datan de 1982 y no mencionan su nombre.
La primera acusación contra Taranto surgió en 2007 por parte de integrantes del Centro de Excombatientes Islas Malvinas (CECIM La Plata), a través de un medio de comunicación. En respuesta, Taranto se presentó voluntariamente en Comodoro Py para ser investigado, siendo finalmente sobreseído con sentencia firme, gracias a numerosos testimonios que respaldaron su inocencia.
En su reciente denuncia, Taranto critica la falta de asesoramiento especializado por parte de los actores judiciales, quienes, según él, ignoran la complejidad de los hechos ocurridos durante la guerra. Resalta que solo los jefes de subunidad o compañía tienen la autoridad para sancionar, y no así los jefes de sección.
Uno de los ejemplos que menciona es el caso del cabo Héctor Manes, quien fue sancionado por desobediencia, pero que en sus declaraciones ha afirmado que Taranto no era su superior y que la sanción fue impuesta por el Jefe de compañía.
Taranto también denuncia que el fiscal Rapoport nunca abrió una investigación sobre los falsos testimonios, a pesar de contar con pruebas documentales que evidencian la falta de veracidad de los denunciantes. El veterano critica que Rapoport haya imputado a un soldado muerto en combate y a otro oficial que nunca estuvo en Malvinas, señalando que uno de los soldados denunciantes es un “denunciante profesional” que busca beneficios económicos.
Además, Taranto argumenta que el fiscal mintió al afirmar que los testimonios de los soldados representaban nuevos hechos que justificaban la continuación de la causa, cuando en realidad estos testimonios ya habían sido presentados anteriormente. Esta situación, según él, constituye una violación a los principios fundamentales de la justicia, permitiendo que una causa infundada continuara.
En su denuncia, Taranto no solo busca limpiar su nombre, sino también defender el honor de todos los soldados que realmente combatieron en Malvinas. Asegura que las acusaciones infundadas no solo lo perjudican a él, sino también a aquellos que lucharon en el conflicto y enfrentan la distorsión de la historia.
Como parte de su denuncia, ha solicitado diversas medidas de prueba y la comparecencia de testigos, así como una revisión médica de uno de los denunciantes, quien asegura haber sufrido una herida en combate que, según Taranto, fue autoinfligida.