Teherán, 14 de junio de 2025 – Total News Agency (TNA) –La República Islámica de Irán advirtió que responderá con ataques directos contra bases militares y navíos de Estados Unidos, Reino Unido y Francia en caso de que estos países intervengan para detener su operación militar en curso contra Israel. La amenaza fue emitida este sábado en medio de un escenario bélico cada vez más amplio y sangriento en la región.
“Cualquier país que facilite o apoye la ofensiva israelí será considerado un blanco legítimo: sus bases en el Golfo Pérsico y sus buques en el mar Rojo y en esa misma región serán atacados”, afirmó un comunicado del gobierno iraní, reforzado más tarde por el vocero del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Abolfazl Shekarchi, quien aseguró que la ofensiva “recién comienza” y que “continuará hasta que el régimen sionista pague por sus crímenes”.
El conflicto, que se intensificó tras el bombardeo israelí sobre sitios nucleares y estratégicos en territorio iraní, dejó hasta ahora al menos dos muertos y 60 heridos en Israel producto de ataques con misiles balísticos lanzados desde Irán, algunos de los cuales impactaron zonas residenciales cercanas a Tel Aviv y Jerusalén. El servicio de emergencias Magen David Adom confirmó que un proyectil alcanzó una vivienda, causando la muerte de dos civiles e hiriendo a otros 19.
En territorio iraní, las autoridades cifran en más de 80 los fallecidos, incluidos altos mandos militares y científicos clave del programa nuclear, entre ellos el comandante de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami. Los bombardeos israelíes habrían destruido numerosos sistemas de defensa antiaérea, radares y lanzadores de misiles en varias provincias, debilitando la capacidad defensiva de Teherán.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que su país “ejecutará todas las acciones necesarias para garantizar su supervivencia y la seguridad de su pueblo”. En tanto, Irán rechazó cualquier posibilidad de reanudar negociaciones nucleares con Estados Unidos mientras los ataques continúen, afirmando que las conversaciones “han perdido todo sentido”.
El cruce de amenazas y los ataques en desarrollo consolidan un escenario de alto riesgo para una escalada regional que podría involucrar directamente a potencias occidentales. La comunidad internacional, hasta el momento, ha mantenido silencio oficial, mientras las principales capitales siguen de cerca la evolución del conflicto.