Jerusalén, 15 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA-En un nuevo y dramático giro del conflicto en Medio Oriente, Israel e Irán profundizaron en las últimas horas su enfrentamiento militar, con ataques aéreos y de misiles que causaron decenas de muertos y cientos de heridos en ambos países, paralizaron la vida cotidiana en Israel y encendieron las alarmas de una posible guerra regional a gran escala.
La noche del sábado, Irán lanzó una segunda oleada de misiles hacia territorio israelí. El ataque, que se produjo poco después de las 23 hora local, obligó a activar la alerta general en todo el país y llevó a la población a refugiarse en los búnkeres. Las sirenas sonaron de norte a sur, y Haifa fue una de las ciudades más afectadas. Según informes locales, entre 80 y 100 misiles fueron disparados en la ofensiva iraní.
El saldo fue trágico: al menos ocho personas murieron y más de 130 resultaron heridas. La ciudad costera de Bat Yam, al sur de Tel Aviv, fue una de las más castigadas, cuando un misil no interceptado impactó entre dos edificios provocando importantes daños.
En respuesta, Israel lanzó ataques masivos sobre varias regiones de Irán, incluyendo Teherán y la ciudad de Karaj. Según la agencia estatal iraní Tasnim, uno de los blancos fue el Ministerio de Defensa en la capital iraní, cuyo edificio principal resultó severamente dañado. Además, un dron israelí habría impactado una refinería en la zona portuaria de Kangan, provocando una explosión e incendio en el complejo de South Pars, dedicado al procesamiento de gas.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, fue tajante: “Teherán está en llamas. Si Khamenei continúa disparando misiles al frente interno israelí, Teherán arderá”.
Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) aseguraron que sus fuerzas operan con libertad desde el oeste de Irán hasta la capital, y confirmaron la destrucción de un depósito subterráneo de misiles. Además, afirmaron haber eliminado a decenas de científicos y altos mandos vinculados al programa nuclear iraní y a la Guardia Revolucionaria.
Irán, por su parte, denunció 78 muertos y más de 320 heridos por los ataques israelíes. Medios locales informaron que Ali Shamkhani, influyente asesor del líder supremo Ali Khamenei, murió tras ser herido en uno de los bombardeos. Irán también advirtió que su próxima represalia podría incluir el lanzamiento de hasta 2.000 misiles y ataques contra bases estadounidenses en la región.
En paralelo, Israel solicitó a Estados Unidos su participación directa en la guerra. Según reveló el portal Axios, el primer ministro Benjamin Netanyahu habría recibido una promesa informal del presidente Donald Trump de apoyo militar “si fuera necesario”. El respaldo norteamericano sería clave para atacar objetivos de alta complejidad como la planta de enriquecimiento de uranio de Fordo, ubicada en profundidad.
Netanyahu, en un mensaje televisado tras el Shabat, elogió a Trump por su cumpleaños y subrayó que Israel no lucha solo. “Lo que Israel está haciendo cuenta con el claro apoyo del presidente Trump, del pueblo estadounidense y de muchas otras naciones libres del mundo”, declaró. Aseguró que la operación militar busca erradicar la amenaza nuclear iraní no solo para Israel, sino también para Estados Unidos, Europa y “toda la civilización occidental”.
El conflicto también paralizó la vida cotidiana en Israel. El espacio aéreo permanece cerrado, incluyendo el aeropuerto internacional Ben Gurion. Las escuelas seguirán funcionando de manera remota, y las restricciones a la movilidad incluyen la prohibición de reuniones de más de 20 personas. Solo se permite el trabajo de personal esencial.
Cisjordania, a su vez, permanece bloqueada por segundo día consecutivo, mientras aumentan las tensiones con grupos palestinos y se teme una expansión del conflicto en múltiples frentes.
Desde el Vaticano, el papa León XIV expresó su profunda preocupación: “La situación en Irán e Israel se ha deteriorado gravemente. Renuevo un urgente llamado a la responsabilidad y al diálogo. Nadie debe amenazar la existencia de otro. La paz debe prevalecer”.
El presidente israelí, Isaac Herzog, también se dirigió al país para reforzar el mensaje de unidad nacional: “El camino por delante no será fácil, pero el pueblo israelí tiene una resiliencia inquebrantable. Esta batalla no es solo nuestra: es por la luz contra la oscuridad”.
Mientras las potencias internacionales intentan reactivar canales diplomáticos y evitar una guerra regional, la tensión sigue escalando sin una solución a la vista. El ministro de Relaciones Exteriores de Omán confirmó que una reunión prevista entre Irán y Estados Unidos quedó suspendida. El futuro del conflicto, por ahora, parece marcado por la incertidumbre y la amenaza de una confrontación aún mayor.