Washington, 30 de junio de 2025 – Total News Agency-TNA--La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) confirmó ante el Congreso que la reciente ofensiva militar coordinada por Washington logró destruir por completo la única instalación de conversión de metal de Irán, un componente esencial en el camino hacia la obtención de armamento nuclear. La operación, según el director de la CIA, John Ratcliffe, representó un “golpe monumental” que postergará por varios años la capacidad del régimen iraní de producir una bomba atómica.
Durante una audiencia clasificada, Ratcliffe brindó detalles del ataque ejecutado con misiles Tomahawk y bombas antibúnker, que afectó severamente tres de los principales centros nucleares de Irán: Isfahan, Fordow y Natanz. El punto más crítico fue la instalación de conversión ubicada en Isfahan, cuya función era transformar gas de uranio enriquecido en uranio metálico, material indispensable para fabricar el núcleo explosivo de una bomba nuclear.
“El daño fue devastador. La mayor parte del uranio enriquecido acumulado por Irán quedó enterrado bajo toneladas de escombros. Aunque parte del material podría haber sobrevivido, sin la infraestructura de conversión operativa, el régimen no puede avanzar en el corto plazo hacia un arma nuclear funcional”, explicó Ratcliffe a los legisladores.
Trump celebró el ataque y habló del “fin temporal” de las ambiciones nucleares de Irán
El presidente Donald Trump calificó la ofensiva como un “éxito rotundo” en declaraciones a la prensa. “Significó el fin de sus ambiciones nucleares, al menos por un tiempo”, afirmó el mandatario. En sintonía, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró que “los complejos fueron completamente destruidos”, mientras que el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, declaró que “la instalación de conversión fue literalmente borrada del mapa”.
Grossi confirmó daños severos y pidió acceso internacional
Desde Viena, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, confirmó en el programa “Face the Nation” que los tres centros nucleares atacados “han sido destruidos en un grado importante”. Sin embargo, aclaró que algunas estructuras periféricas aún podrían estar en pie y que el alcance real de la destrucción solo podrá ser determinado tras una inspección internacional en el terreno, acceso que Irán aún no ha autorizado.
“El conocimiento nuclear no puede destruirse con bombas”, advirtió Grossi, quien recalcó la importancia de relanzar canales diplomáticos para alcanzar un nuevo acuerdo que restrinja de manera efectiva las capacidades nucleares iraníes.
Pérdidas humanas y vulnerabilidad aérea
Además del daño material, el ataque provocó la eliminación de varios científicos clave del programa nuclear iraní, según fuentes israelíes. También se registraron daños significativos en la industria de misiles y en el sistema de defensa aérea del país, lo que, en palabras de Ratcliffe, deja a Irán “prácticamente indefenso ante cualquier intento futuro de reconstrucción”. El jefe de la CIA advirtió que Israel está en condiciones de neutralizar cualquier reinicio de actividades con una capacidad de respuesta inmediata.
Reacciones internacionales y advertencias
Mientras los líderes occidentales evalúan el impacto geoestratégico de esta ofensiva, Irán no ha emitido aún una respuesta oficial completa, aunque se espera que el régimen anuncie próximamente su posición frente a lo que podría interpretarse como una violación directa de su soberanía y una amenaza a la estabilidad regional.
La comunidad internacional se mantiene en alerta ante un posible recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente, especialmente si Teherán decide emprender acciones de represalia directa o a través de actores no estatales alineados con su política exterior.
Este nuevo episodio marca un punto de inflexión en la larga disputa en torno al programa nuclear iraní, que se remonta a más de dos décadas y ha sido objeto de múltiples sanciones, negociaciones fallidas y operaciones encubiertas. Ahora, con su principal planta de conversión destruida, Irán enfrenta un retroceso técnico significativo, aunque conserva el conocimiento científico para eventualmente reconstruir su capacidad, una posibilidad que genera preocupación entre analistas de seguridad.