BUENOS AIRES, 14 de julio de 2025 – Total News Agency-TNA-La interna entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta Victoria Villarruel alcanzó este lunes un nuevo pico de tensión política, con fuertes pronunciamientos de los periodistas Jonatan Viale y Eduardo Feinmann, ambos referentes del periodismo político alineado en general con posturas del oficialismo.
En su editorial en Radio Rivadavia, Viale, un analista destacado con pensamiento propio, descartó que Villarruel esté considerando renunciar, pese a los embates del entorno presidencial. “¿Ustedes creen que Villarruel piensa renunciar con estos ataques? De ninguna manera”, sostuvo. El conductor describió la relación entre el presidente y la vice como una “traición tipo Julio César”, y reveló que en la Quinta de Olivos Milei se refiere a Villarruel con apodos peyorativos como “Kukacruel” y “Bichacruel”.
Además, relató un episodio ocurrido antes de la reciente sesión del Senado, donde el asesor presidencial Santiago Caputo le habría enviado un mensaje de voz a Villarruel, quien lo dejó en visto sin siquiera escucharlo. Según Viale, la vicepresidenta todavía se considera “par” del jefe de Estado, aunque en los hechos habría quedado relegada de la toma de decisiones clave, al punto de mantener contacto directo solo con Karina Milei y Guillermo Francos.
“La sociedad está harta de estas peleas de casta. Menos casta y más acción”, concluyó Viale, en un mensaje que apeló al electorado libertario desencantado.
En su programa de A24, Eduardo Feinmann, mas alineado y sin recovecos intelectuales que lo oculten, y que suele estar mas alineado a los operadores de Santiago Caputo en redes, endureció aún más el tono al acusar directamente a Villarruel de “complicidad con el kirchnerismo” y de haber “traicionado” al presidente Milei. Para el periodista, la vicepresidenta habría facilitado la reciente derrota parlamentaria del oficialismo al alinearse con iniciativas legislativas impulsadas por gobernadores opositores.
“Actuó en contra del espíritu del gobierno que la llevó a la vicepresidencia”, denunció Feinmann, y calificó su conducta como una “maniobra incoherente con el ideario libertario”. La editorial generó un fuerte impacto mediático, ya que se suma a los cuestionamientos de figuras del gabinete como Patricia Bullrich, ampliando el frente de conflicto dentro del oficialismo.
La tensión entre Milei y Villarruel, que comenzó con divergencias en la estrategia parlamentaria y se agudizó tras el revés sufrido en el Senado, expone una fractura que amenaza con debilitar la gobernabilidad del oficialismo. Mientras la Casa Rosada endurece su postura, Villarruel se mantiene en silencio público, pero resiste los embates, aferrada a su rol institucional.
En un contexto económico delicado y con señales de malestar social en ascenso, los analistas advierten que una ruptura entre el presidente y su vice podría tener consecuencias institucionales de alta magnitud.