El leve descenso de las temperaturas y el también ligero aumento de la humedad ofrecieron una pequeña tregua a lo largo del miércoles. Un respiro que apenas duró unas horas, ya que el avance de la jornada derivó en otro día negro en lo que a incendios se refiere. A la espera de que las condiciones meteorológicas vuelvan a empeorar hoy, todos los ojos siguen puestos en la provincia de Orense, donde se concentran los seis focos activos en estos momentos en la Comunidad, con más de 87.000 hectáreas calcinadas.
Buena parte de los esfuerzos se concentran en Larouco, donde el balance de hectáreas arrasadas se mantiene en las 30.000. Este macroincendio, que se ha confirmado como el peor de la historia reciente de Galicia, comprende también los concellos orensanos de O Barco de Valdeorras, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, A Rúa, Petín, Rubiá, A Veiga, Vilamartín de Valdeorras y por el lucense de Quiroga. Decenas de técnicos, agentes, brigadas, motobombas, helicópteros y aviones trabajan mano a mano con la Unidad Militar de Emergencias (UME) para conseguir su extinción.
También lo hacen en el incendio que unió dos focos en Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso –extendido por los municipios de Manzaneda, Montederramo, A Pobra de Trives, O Bolo y Laza–, con alrededor de 19.000 hectáreas calcinadas, y en el que se juntó en Oímbra y Xinzo de Limia –que también afecta a Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar–, con 17.000.
El cuarto más virulento es el que se desarrolla en los concellos de A Mezquita, A Gudiña y Viana do Bolo, con 10.000 hectáreas afectadas, y que ha traspasado la frontera con la provincia de Zamora.
La lista de focos activos se completa con las 4.000 hectáreas quemadas en Carballeda de Avia, Beade, Avión, Melón, Leiro y Ribadavia, y las 2.000 hectáreas del fuego que entró a Galicia desde Castilla y León por Carballeda de Valdeorras. En el municipio de Vilardevós quedaron estabilizadas las 900 hectáreas quemadas en la parroquia de Vilar de Cervos, las 600 de Moialde y las 100 de Fumaces y A Trepa. Una mejora similar a la que se produjo en el incendio de Maceda, también estabilizado, con 3.500 hectáreas, consideración que comparte con los de Montederramo (120 hectáreas) y Riós (20 ha).
Fuera de la provincia de Orense, ha pasado a controlado el foco de Agolada, en Pontevedra (400 ha), y los de A Fonsagrada (150 ha) y O Saviñao (60 ha), en Lugo.
La nota positiva la ponen los fuegos que han quedado extinguidos. El primero en hacerlo fue el de San Cibrao das Viñas (Orense), que al final afectó a una superficie de 20 hectáreas. En la provincia de Lugo ha quedado extinguido el fuego que quemó, finalmente, 140 hectáreas en Cervantes, y en La Coruña, el que se llevó por delante 24 hectáreas en Muxía. En estos momentos no hay población evacuada ni confinada en ningún punto de Galicia.
El operativo de extinción que se desarrolla en estos momentos en la Comunidad es «el mayor de la historia», con unos 3.000 miembros del Servicio de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales, más de 200 bomberos, GES y Protección Civil, 343 efectivos en brigadas municipales, Policía Autonómica, UME y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, más de 30 medios aéreos, 380 motobombas, 36 buldócers y 12 batracios, según ha reivindicado el PPdeG.
Recuento de detenciones
Entre tanto, la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado continúan con sus investigaciones para dar con los responsables de los fuegos provocados. El hombre de 46 años detenido este martes en el municipio orensano de Vilardevós, acusado de iniciar el incendio en la parroquia de Moialde, pasó este miércoles a disposición del Tribunal de Instancia de Verín, plaza nº 1, en funciones de guardia. La jueza decretó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, después de que el acusado por incendio forestal se acogiese a su derecho a no declarar.
Según pudo saber ABC, el detenido tiene antecedentes penales por un delito de daños provocados por un incendio, pero no por el delito por el que se le juzga a día de hoy. Se trata del segundo encarcelado tras el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del detenido por una imprudencia grave que causó el incendio de Oímbra.
En total, la Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a 11 personas en los últimos días como presuntos autores de los incendios que se desarrollan en diferentes localidades gallegas. Otras 22 personas están siendo investigadas, según informó la Delegación del Gobierno a Europa Press. Desde este organismo recuerdan que «iniciar un fuego forestal tiene consecuencias penales que pueden llegar hasta los 20 años de cárcel, en función de la peligrosidad del fuego y de los daños personales y materiales que causa».