Por Daniel Romero
Buenos Aires, 21 de agosto de 2025 – Total News Agency-TNA-La salida de Diego Spagnuolo de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), tras la difusión de audios que lo involucran en un presunto esquema de sobornos, abrió una fuerte tensión interna en el oficialismo y volvió a exponer la disputa de poder en torno al presidente Javier Milei.
Fuentes cercanas al Gobierno admitieron que la crisis desatada por las grabaciones impacta en el delicado equilibrio entre los distintos núcleos de influencia dentro de la Casa Rosada. En las grabaciones, atribuidas a Spagnuolo, se mencionan directamente a la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y al asesor Eduardo “Lule” Menem, figuras centrales en la estructura libertaria.
El señalamiento no pasó inadvertido: Karina Milei es la funcionaria más poderosa del círculo íntimo presidencial, mientras que Lule Menem controla resortes clave de la gestión, con redes que se extienden en la estructura estatal. Sin embargo, el propio Spagnuolo habría deslizado en ámbitos reservados que su relación actual era más cercana a Santiago Caputo, otro de los principales estrategas del Presidente y rival directo de los Menem dentro del Gobierno.
Los audios profundizan así una fractura latente que se arrastra desde el inicio de la gestión, marcada por la competencia entre “La Jefa” —como se conoce a Karina Milei en el oficialismo—, el clan Menem y la ascendencia de Caputo, cerebro de la comunicación y de la estrategia política de Milei.
El malestar se multiplicó tras conocerse que Spagnuolo habría advertido directamente al Presidente sobre irregularidades: “Hablé con el Presidente y le dije: ‘Están choreando, te podés hacer el boludo, pero no me tiren a mí este fardo’”. La frase, difundida en uno de los audios, refleja no solo un reclamo de protección política, sino también el temor a ser usado como fusible en medio de una interna cada vez más visible.
En el Congreso, mientras la oposición utilizó el caso para cuestionar el veto presidencial a la ley de emergencia en discapacidad, en los pasillos oficiales el escándalo dejó al descubierto la fragilidad de los equilibrios internos. Legisladores y funcionarios libertarios admitieron en privado que la crisis golpea la imagen del Gobierno en un área sensible y en un año electoral, donde la bandera de la “lucha contra la corrupción” se vuelve un argumento difícil de sostener.
Con la intervención de la ANDIS en manos del ministro de Salud, Mario Lugones, la Casa Rosada busca contener el daño político, aunque en el círculo más próximo a Milei reconocen que la disputa interna entre Karina Milei, Lule Menem y Santiago Caputo no hará más que intensificarse en los próximos meses.