Salta, 17 de septiembre de 2025-Total News Agency-TNA-Una red criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual ha sido desarticulada en la ciudad de Salta, Argentina, tras la imputación de cinco sospechosos por captar a adolescentes en las inmediaciones de una escuela secundaria. La organización, liderada por un remisero, utilizaba a un menor colaborador para identificar víctimas vírgenes y ofrecía servicios escalonados en precios, desde $60.000 por un beso hasta $200.000 por penetración, según reveló el fiscal general Eduardo Villalba durante una audiencia judicial. El caso, calificado de “gravedad inusitada”, involucra al menos tres menores abusadas y surgió de denuncias ignoradas previamente por el Estado.
Modus operandi de la organización
La red operaba en la zona sur de Salta, cerca de un colegio secundario, donde el remisero principal, detenido con prisión preventiva, explotaba la confianza de los padres al transportar a los estudiantes. Este individuo contactaba a clientes y organizaba encuentros sexuales de apenas 18 minutos, programados al final del horario escolar, en dos hoteles a lo largo de la ruta 26 o en domicilios privados. Fuentes judiciales indican que el conductor monitoreaba las actividades, exigiendo a las víctimas grabaciones en poses sugestivas para promocionar los servicios.
Un adolescente de 16 años, compañero de las víctimas, actuaba como nexo al identificar a las alumnas vírgenes a cambio de dinero. Los tres clientes imputados pagaban sumas variables según el acto: $60.000 por un beso, $80.000 por sexo oral y hasta $200.000 si la menor conservaba su virginidad. El fiscal Villalba describió el esquema como uno que “cosifica al ser humano, considerando el cuerpo de la mujer como una alcancía”, y destacó el control psicológico ejercido sobre las adolescentes, quienes recibían regalos como ropa de marca y celulares para mantenerlas sumisas.
Denuncia inicial y fallos en la investigación
La pesquisa se inició en junio de 2024, cuando una madre denunció el caso tras descubrir mensajes de contenido sexual en el teléfono de su hija de 16 años, incluyendo referencias a una hermana menor de 12 años. Aunque se secuestró el celular del remisero en una fiscalía provincial, la causa fue desestimada inicialmente, permitiendo que la red continuara operando. A mediados de 2025, el expediente pasó al fuero federal, con la intervención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), liderada por los fiscales Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.
En la audiencia ante el juez federal de Garantías Julio Bavio, Villalba y la auxiliar fiscal Roxana Gual detallaron los roles de los imputados y solicitaron prisiones preventivas, concedidas para el remisero. Se reveló que este portaba un arma de fuego y amenazaba a las víctimas con revelar sus “secretos” a los padres o usar la violencia, lo que generaba terror entre las alumnas, quienes identificaban su auto blanco como símbolo de peligro.
Intento de captación de una menor de 12 años
La investigación también destapó un intento fallido de reclutar a una niña de 12 años, a quien el remisero manoseó durante un trayecto en su vehículo, imputándosele además abuso sexual. Al menos tres víctimas confirmadas, todas de 16 años y alumnas de cuarto año, sufrieron daños irreversibles, según el fiscal, quien criticó la falta de respuesta inicial de los organismos estatales a denuncias previas.
La comunidad escolar se encuentra conmocionada, con las estudiantes refiriéndose al remisero como un “perverso”. Las autoridades federales continúan la pesquisa para identificar posibles víctimas adicionales y profundizar en la red de clientes.