Por Dario Rosatti
Buenos Aires, 22 de septiembre de 2025 – Total News Agency – TNA –La política internacional volvió a ubicarse en el centro de la escena argentina. La presencia de referentes del gobernador bonaerense Axel Kicillof en el 76º aniversario de la República Popular China encendió las alarmas en Washington y derivó en una rápida reacción de Donald Trump, que ratificó su respaldo al presidente Javier Milei.
Estados Unidos y China: Milei versus Kicillof
El tablero mundial se encuentra marcado por la confrontación entre Estados Unidos y China, con Rusia como actor adicional que condiciona la gobernanza global. En ese marco, la Argentina refleja con nitidez la disputa: Milei ató su suerte a la relación con Washington, mientras Kicillof proyecta su estrategia política hacia Beijing, tal cuál Antonio D Eramo en Iprofesional.
Trump, que mantiene su guerra arancelaria contra China, tomó nota de las fotografías de dirigentes bonaerenses en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires celebrando la fecha fundacional del gobierno de Mao Tse Tung. Entre ellos se destacaron Carlos Bianco, Juan Martín Mena y Sabino Vaca Narvaja, este último convencido de que el futuro mundial está ligado a la potencia asiática.
La reacción de Washington
Hasta hace pocos días, existían dudas en el Departamento de Estado y en el Tesoro estadounidense sobre la conveniencia de sostener financieramente a la Argentina. Sin embargo, las imágenes del acto en Buenos Aires y las declaraciones triunfalistas de dirigentes peronistas bonaerenses convencieron al equipo de Trump de reforzar el apoyo a Milei.
Asesores como Stephen Miller y Kristi Noem advirtieron sobre las “peligrosas relaciones” del peronismo con China y recomendaron acelerar la ayuda a Buenos Aires para evitar un retroceso político en las elecciones de octubre. El propio Trump definió que no era admisible perder a su único aliado en Sudamérica por una corrida financiera o por demandas adicionales de divisas.
Milei y Kicillof: dos caminos opuestos
Milei, consciente de la puja de poder mundial, se mantuvo al margen del evento en la Bolsa de Cereales y concentró su estrategia en fortalecer la relación con Estados Unidos. Kicillof, en cambio, defendió la complementariedad económica con China y planteó que el alineamiento automático con Washington desconoce el interés nacional.
Mientras el gobernador bonaerense reivindica el multilateralismo y la asociación con Beijing, Milei apuesta al respaldo norteamericano como ancla política y económica.
El apoyo del Tesoro
En este contexto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que la Argentina es “un aliado sistémicamente importante para Washington en América Latina” y aseguró que “hará lo necesario” para apoyar al país. Entre las herramientas en evaluación se mencionan líneas de swap, compras directas de divisas y adquisiciones de deuda soberana en dólares a través del Fondo de Estabilización Cambiaria.
Una disputa geopolítica en territorio argentino
La escena local se convierte así en reflejo de la batalla global entre las dos potencias. Kicillof y sus alfiles buscan proyectarse con el apoyo chino, mientras Milei apuesta todas sus fichas a la protección de Estados Unidos. La decisión de Trump de sostener a su aliado sudamericano confirma que la política, y no solo la economía, definirá el rumbo inmediato de la Argentina.