Buenos Aires, 27 de septiembre de 2025 – Total News Agency-TNA –El ministro de Seguridad de Jujuy, Juan Manuel Pulleiro, confirmó que Lázaro Víctor Sotacuro, el quinto implicado en el brutal triple homicidio de Florencio Varela, fue extraditado luego de su detención en Villazón, Bolivia. El acusado será llevado primero a San Salvador de Jujuy y posteriormente a Buenos Aires para quedar a disposición de la Justicia federal.
Coordinación internacional y captura fronteriza
Sotacuro —que posee doble nacionalidad peruana y argentina— fue localizado en un hostal de Villazón, a pocos metros de la frontera con Argentina. Fuentes judiciales informaron que cruzó ilegalmente hacia Bolivia mediante un arroyo de cerca de un metro de ancho, usado frecuentemente como paso no oficial.
El operativo reunió esfuerzos de fuerzas argentinas y bolivianas mediante intercambio de datos, búsqueda en alojamientos fronterizos y despliegue de brigadas en transporte terrestre. Una vez completados los trámites de extradición, las autoridades bolivianas entregaron a Sotacuro a la Policía de Jujuy durante la madrugada. Allí fue trasladado primero a La Quiaca y desde ese punto al territorio provincial.
El rol de Sotacuro en el caso y su importancia para la investigación
Según informes periodísticos y judiciales, Sotacuro habría estado vinculado como chofer de la camioneta blanca utilizada para trasladar a las víctimas desde La Matanza hasta Varela. Su captura completa un eslabón logístico clave para reconstruir la cadena criminal detrás del triple crimen.
Hasta el momento, el fiscal a cargo del expediente es Adrián Arribas, quien investiga a Pequeño J como presunto autor intelectual y ha solicitado la figura judicial de homicidio agravado con ensañamiento, alevosía y violencia de género reiterada. Con la llegada de Sotacuro, la expectativa es exigir rápidamente su indagatoria en territorio argentino.
Desafíos legales y próximos pasos
Una vez en Buenos Aires, Sotacuro enfrentará la imputación formal por su participación y será sometido al proceso judicial correspondiente. La coordinación entre provincias, fuerzas federales y organismos de control será clave para garantizar su custodia, traslado y ampliación de las pruebas en su contra.
La extradición del quinto detenido intensifica la presión sobre la red criminal que planificó el triple asesinato y puede abrir nuevas líneas de investigación hacia los mandos superiores —incluyendo el buscado “Pequeño J”— cuya captura sigue siendo prioridad nacional.