Buenos Aires, 30 de septiembre de 2025 – Total News Agency-TNA-La investigación por el triple femicidio narco de Florencio Varela que estremeció al país hace diez días sumó en las últimas horas un elemento insólito: una carta anónima entregada en la Comisaría 4D de la Policía de la Ciudad que apunta directamente a Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, como autor intelectual del crimen. La aparición del escrito, que confirma su identidad narco y su presunta responsabilidad, resulta tan llamativa que para muchos investigadores parece más un intento de reafirmar una hipótesis que una verdadera prueba. En paralelo, se profundiza el seguimiento a su mano derecha, Matías Ozorio, cuya pista digital mantiene en vilo a los fiscales.
La carta en la comisaría
El mensaje apareció en la sede policial ubicada en la calle California, a escasas cuadras de la villa Zavaleta, y fue rápidamente secuestrado por orden del fiscal Adrián Arribas, quien junto a la fiscal Lorena Pecorelli conduce la investigación. En el texto, atribuido a un joven aún no identificado, se asegura que “Pequeño J” es el responsable del triple crimen de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, y que efectivamente es un narco buscado por Interpol. Los fiscales ordenaron relevar las cámaras de seguridad para identificar al mensajero.
El hallazgo del Volkswagen Fox
Al mismo tiempo, los investigadores localizaron en Quilmes el Volkswagen Fox usado como vehículo de apoyo en la noche del crimen. El dato lo aportó una fuente vinculada a la banda. El coche quedó bajo resguardo en una dependencia de la Policía Bonaerense y será sometido a pericias forenses.
El rastro de Ozorio
Las fuerzas conjuntas de la PFA y la Bonaerense realizaron allanamientos en las villas 1-11-14, Zavaleta y en Merlo, siguiendo los pasos de Matías Ozorio, señalado como ladero directo de “Pequeño J”. Una billetera virtual asociada a su nombre se activó en la zona oeste del conurbano, pero al llegar la Policía, Ozorio ya no estaba. Se sospecha que pudo tratarse de una maniobra de distracción.
En Zavaleta residen la madre y la hermana de Ozorio, quienes fueron localizadas, aunque sin rastros del prófugo. Según los fiscales, las triangulaciones telefónicas confirmaron que se reunió con “Pequeño J” antes y después del 20 de septiembre, día del triple asesinato, e incluso se sospecha que estuvo presente como garante de la ejecución de las víctimas.
Pruebas y detenciones en curso
En Isidro Casanova, en una vivienda usada como refugio, la Policía halló un conjunto deportivo con posibles manchas de sangre que serán analizadas. Si se logra extraer ADN y corresponde a las víctimas, la imputación contra “Pequeño J” se agravará aún más.
Mientras tanto, Víctor Sotacuro, chofer del Fox y uno de los primeros detenidos, será indagado hoy junto a su sobrina Florencia Ibáñez, arrestada días atrás en un operativo televisado.
El trasfondo narco en La Matanza
La aparición de la carta en una comisaría, confirmando lo que ya se sospechaba, genera dudas sobre si se trata de una maniobra para consolidar la imagen de “Pequeño J” como jefe del crimen, cuando podría ser, en realidad, un engranaje de estructuras más altas del narcotráfico. Detrás del triple crimen aparece una trama más amplia: el poder de organizaciones que operan desde el Mercado Central hacia La Matanza, Lomas de Zamora y otros distritos del conurbano, consolidando una red difícil de desarticular sin tocar lo politico, gremial y policial..