Buenos Aires, 1 de octubre de 2025 — Total News Agency-TNA- Víctor Lázaro Sotacuro, detenido en Bolivia por su presunta participación en el triple femicidio de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez en Florencio Varela, presentó lesiones visibles en sus manos al momento de ser arrestado en un hostal de Villazón. Las marcas, en especial en la mano derecha, son analizadas por la Justicia como posibles señales defensivas de las víctimas durante el ataque.

Fotos y peritajes en curso
Las imágenes difundidas muestran heridas superficiales en ambas manos. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, interpretó la lesión principal como una mordedura, aunque los peritos aclararon que el examen inicial no permite confirmar impresiones dentales. No obstante, la hipótesis no fue descartada.
Para reforzar la investigación, se tomaron muestras debajo de las uñas de Sotacuro, que serán cotejadas con el ADN de las jóvenes asesinadas. El hisopado subungeal, realizado por orden del fiscal de La Quiaca, Alberto Mendevil, será remitido al fiscal Adrián Arribas, a cargo de la causa en La Matanza.
Irritaciones y sospechas sobre su rol
Además de las heridas, las autoridades detectaron “irritaciones” en la nuca del detenido. Los investigadores creen que se debieron a un corte de pelo improvisado para intentar pasar desapercibido durante la fuga.
Sotacuro, titular del Volkswagen Fox blanco señalado como vehículo de apoyo, negó haber participado del crimen. Sin embargo, los investigadores sospechan que estuvo en la vivienda durante las torturas y asesinatos o que pudo haber trasladado hasta allí a Matías Agustín Ozorio, mano derecha de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”.
Inconsistencias en su coartada
El abogado de Sotacuro, Guillermo Endi, admitió que no puede justificar dónde estuvo su defendido entre la 1:30 y las 5:00 del 20 de septiembre, el mismo lapso en el que se produjo el brutal asesinato de las tres jóvenes. Según su declaración espontánea, aguardaba fuera de la casa para buscar a un albañil cuando observó salir a dos hombres con barbijos, ropa ensangrentada y zapatillas envueltas en plástico.
La participación de familiares
En paralelo, quedó detenida su sobrina, Florencia Ibáñez, quien reconoció haber viajado en el vehículo desde la Villa 1-11-14 hasta la zona sur del conurbano, en compañía de su tío y un hombre identificado solo como “Diego”. Según su relato, regresaron al Bajo Flores hacia la 1:30 de la madrugada, pero los investigadores descreen de la versión. Ambos permanecen alojados en penales bonaerenses bajo custodia del Servicio Penitenciario.
El caso, que ya cuenta con nueve detenidos, sigue revelando elementos que comprometen a miembros del entorno del líder narco “Pequeño J”. La fiscalía busca establecer el grado de responsabilidad de Sotacuro, cuya detención en Villazón marcó un nuevo capítulo en una investigación atravesada por huellas de violencia extrema y vínculos con el crimen organizado.