Por Guillermo H.B. Castaño
Buenos Aires, 3 de octubre de 2025-Total News Agency-TNA – Argentina atraviesa una de las semanas más críticas desde el inicio del plan de estabilización del gobierno de Javier Milei. La combinación de la demanda de dólares, tensiones preelectorales, debido al riesgo de volver al pasado y fragilidades estructurales expone a la economía a un escenario de crisis con diferencias con anteriores 1989/2001 debido al superávit fiscal sostenido por el gobierno a rajatablas, pero crisis al fin. Aunque la economía con fundamentos sólidos macroeconómicos se tensiona con la presión manifiesta del riesgo opositor. Riesgo Kuka como lo llama el gobierno.
Demanda de dólares
El 1 de octubre el dólar oficial mayorista cerró en $1.423,83, mientras el minorista superó los $1.450 y el blue alcanzó $1.425, configurando una brecha de apenas 4% pero con creciente presión. En una sola jornada, el Banco Central debió vender más de US$450 millones para contener la depreciación, en un contexto donde las reservas brutas se sitúan en US$41.118 millones, aunque las netas son considerablemente menores. El régimen de bandas cambiarias, con límites entre $944 y $1.481,70, enfrenta riesgos de quiebre si la dolarización de portafolios se intensifica.
Inflación desacelerada, pero con señales de repunte
La inflación acumulada en 2025 hasta agosto fue de 19,5%, con un dato mensual de 1,9%. Sin embargo, consultoras privadas estimaron un salto en septiembre cercano al 2,4%, e incluso advierten que, si la presión cambiaria se mantiene, el IPC podría acercarse al 3% mensual en los próximos registros (no implica nada serio, si luego de las elecciones entramos en normalidad). En términos interanuales, el índice de precios al consumidor se ubica en torno al 32%, todavía muy por debajo de los niveles de 2023, pero con riesgos al alza.
Pobreza y empleo: alivio parcial con persistencia de la informalidad
El INDEC informó que en el primer semestre de 2025 la pobreza se redujo al 31,6% de las personas (24,1% de los hogares), lo que significa una mejora de casi siete puntos respecto al 38,1% del segundo semestre de 2024. En términos absolutos, más de siete millones de personas salieron de la pobreza en un año. Aun así, la informalidad laboral continúa elevada en 43,2%, y el empleo formal no muestra señales claras de expansión, lo que limita la sostenibilidad social del ajuste.
Fiscalidad y deuda: el núcleo del programa
El gobierno destaca haber reducido un déficit consolidado de alrededor de 15% del PBI en 2023 (entre Sector Público Nacional y BCRA) hasta alcanzar un superávit financiero del 0,3% del PBI en 2024 y mantener, en lo que va de 2025, un resultado primario cercano a 1,5% del PBI. Esto le confiere al programa económico de esta administración, el poder para resistir con éxito los embates de la oposición carente de ideas y de poderes económicos ansiosos por recuperar grandes/ rápidas ganancias en escenarios pasados de inflación y gasto público descontrolado. Sin embargo, no dejan de ser un problema real y lo vemos estos días.
Riesgo país y financiamiento
El riesgo país cayó de niveles superiores a 1.500 puntos básicos a valores cercanos a los 1.000–1.200, reflejando cierta confianza en el ajuste inicial. No obstante, las tasas de interés internas, como la TAMAR en pesos (42,38% nominal anual, 51,6% efectiva a fines de septiembre), revelan un contexto financiero restrictivo y vulnerable a un nuevo salto del dólar si el clima electoral se agrava.
Contexto político y elecciones
El 26 de octubre se celebrarán las elecciones legislativas, en un ambiente de fuerte polarización. El oficialismo enfrenta protestas callejeras contra el ajuste, mientras la oposición acusa al gobierno de sostener “puentes de dólares” transitorios, como el swap por US$20.000 millones con EE.UU., que refuerza reservas pero no resuelve desequilibrios de fondo. El resultado electoral será decisivo: de ratificarse el rumbo liberal, se espera consolidar el crecimiento proyectado del 5% para 2025; de lo contrario, podría abrirse un escenario de incertidumbre con fuga de capitales en un primer momento.
Déjà vu histórico y perspectivas
La coyuntura actual combina elementos de estabilización exitosa —caída de la inflación, reducción de la pobreza y superávit fiscal— con vulnerabilidades que evocan crisis pasadas: déficit de cuenta corriente (USD 3.016 millones en 2T25), reservas netas ajustadas y un tipo de cambio sometido a presiones políticas. La gran incógnita es si la estrategia oficial logrará consolidarse tras las elecciones o si, los factores sociales y políticos desencadenarán un nuevo colapso.
Conclusión
Argentina camina sobre una delgada cuerda floja entre la posibilidad de consolidar la estabilización hacia el crecimiento sostenido o enfrentar un nuevo episodio de inestabilidad. El dólar post-26 de octubre aparece como la variable clave que definirá si el 2025 se convierte en un punto de inflexión hacia una recuperación por muchos años seguidos o en otro capítulo de crisis recurrente. Depende de los ciudadanos.
03/10/2025
Guillermo H.B. Castaño. Semper Fidelis Consultora
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