Un crimen a metros de la fiscalía
Buenos Aires, 30 de octubre de 2025-Total News Agency-TNA-Un sicario ejecutó de cuatro disparos a Carlos Yorelmy Duarte Díaz en un bar del Capital Towers Centro Empresarial, frente al búnker de la Fiscalía General de Colombia, en el barrio bogotano de Teusaquillo. El ataque ocurrió el lunes a las 15:40, cuando Duarte Díaz almorzaba con dos mujeres. La principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas.
Un eslabón estratégico para lavar en la Argentina
Para investigadores argentinos, Duarte Díaz era pieza esencial de una organización a la que se le secuestraron 40 kilos de cocaína en el caso conocido como “Narcoarroz”. Su asesinato vuelve a exponer el lazo operativo entre carteles colombianos y estructuras de apoyo radicadas en territorio argentino, donde el propio Duarte lavó dinero y montó empresas de fachada.
El caso Narcoarroz y la cocaína embebida
En septiembre de 2015, la Justicia argentina desbarató un plan para exportar 46 toneladas de arroz impregnadas con cocaína hacia África bajo la cobertura del programa Hambre Cero de la ONU. En el depósito fiscal Binder, en Rosario, se hallaron 40 toneladas listas para salir a Guinea-Bissau. Trece integrantes de la red fueron detenidos y once lograron fugarse, presuntamente por la Triple Frontera.
Perfil y documentación
Nacido el 5 de septiembre de 1973 en Colombia, Duarte Díaz llegó a la Argentina en 2010, en plena expansión del Cartel del Norte del Valle hacia el Cono Sur. Obtuvo de forma irregular un DNI argentino (N.º 94.302.381), con el que creó sociedades, firmó contratos y se movió con libertad mientras blanqueaba fondos del narcotráfico.
El entramado societario y las fachadas
Su firma insignia fue International Trade and Commerce (ITC) S.A., constituida en 2011 junto al abogado Guillermo Heisinger. También presidió Agro Beef S.A. y fue socio de Hard Business S.A. Tenía oficinas en Viamonte 611, séptimo piso, en el microcentro porteño, y residía en Nordelta, en el lote 225 de Los Sauces, a nombre de un testaferro. Sus movimientos conectaban Buenos Aires, Rosario y Uruguay.
Infiltración en sectores en crisis
Escuchas y documentación incautada en 2015 describen su método: insertarse en actividades legales necesitadas de capital —clubes de fútbol en bancarrota, servicios funerarios municipales, infraestructura portuaria o agroindustria—, ámbitos donde la llegada de “dinero fresco” encuentra menos resistencias. En 2015, ITC acordó con el club El Porvenir aportar $2.160.000 a cambio del 70% de los derechos económicos de sus jugadores, una operación sin lógica deportiva pero funcional al lavado.
Puertos, crematorios y fútbol grande
En conversaciones de 2014, allegados a Duarte Díaz mencionaron gestiones con Rosario Central y proyectos paralelos: primero “firmó el crematorio” y “el puerto la semana que viene”. El proyecto de crematorio en Villa Gobernador Gálvez, por $2.000.000 a través de la mutual Provincias Unidas, quedó registrado en el Concejo Deliberante en octubre de 2013. No llegó a concretarse; en 2015 se secuestró una carpeta “Proyecto Crematorio V.G.G.” en la oficina de Heisinger.
Capturas, condenas y prófugos
Tras la caída de la organización, Williams Triana Peña fue detenido en 2016 en Colombia, extraditado y condenado en 2021 a siete años por un tribunal oral federal porteño. Erman Triana Peña y Carlos Olmedo Silva Cárdenas, alias “El Mono”, permanecen prófugos. Duarte Díaz estuvo casi siete años en rebeldía; luego “quedó a derecho” tras fijar caución cuando la causa ya estaba elevada a juicio. El Tribunal Oral Federal N.º 5 dictó 12 condenas y cuatro absoluciones; algunas decisiones fueron revisadas por Casación y la Corte Suprema dejó firmes condenas y ordenó un nuevo fallo en parte del expediente.
Vínculos con organizaciones criminales
Las líneas de investigación ubican a Duarte Díaz en el “primer estamento” de la red, junto a los hermanos Triana Peña y “El Mono”. Se lo vinculó al Clan Úsuga, heredero de las Autodefensas Unidas de Colombia y del Cartel del Norte del Valle, con roles de financista y operador discreto del flujo de capitales ilícitos.
Señal de alerta para la Argentina
El asesinato de un operador que lavó dinero en el país y la incautación de 40 kilos de cocaína en un esquema urdido desde aquí reflejan la estrecha relación entre el narcotráfico colombiano y estructuras logísticas y financieras con base en la Argentina. La combinación de empresas pantalla, inversión en sectores vulnerables y uso de rutas como la Triple Frontera confirma un patrón que exige cooperación judicial y controles reforzados sobre comercio exterior, mutuales y clubes.
Hipótesis del crimen y proyección
Las autoridades colombianas trabajan sobre la tesis de un ajuste de cuentas. La ejecución a metros de la Fiscalía envía un mensaje hacia actores que manejaron fondos, contactos y documentos capaces de comprometer a mandos superiores. Para la Argentina, el caso renueva la necesidad de trazar mapas financieros delictivos y blindar los canales por donde se reciclan ganancias del tráfico de cocaína.
Fuentes consultadas: actuaciones y resoluciones judiciales en la causa “Narcoarroz”; informes de fuerzas federales argentinas; registros societarios y documentación secuestrada en allanamientos de 2013-2015; antecedentes de captura y condena de integrantes de la organización; comunicaciones de la Fiscalía General de Colombia y reportes de prensa especializada.

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