Negación presidencial a bordo del Air Force One
BUENOS AIRES, 31 de octubre de 2025-Total News Agency-TNA-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que su gobierno no prepara bombardeos sobre instalaciones militares en Venezuela. Consultado por periodistas durante el vuelo del Air Force One, respondió “no” ante la posibilidad de ataques en territorio venezolano y relativizó los informes que daban cuenta de decisiones operativas inminentes.
La Casa Blanca desautoriza filtraciones y centraliza la vocería
La portavoz Anna Kelly sostuvo que las versiones basadas en “fuentes anónimas” no reflejan la posición oficial y que cualquier anuncio sobre la política hacia Venezuela “saldrá directamente del Presidente”. En paralelo, el propio Trump indicó que no hay decisión tomada sobre golpes en tierra.
Qué decían los reportes previos y quiénes los difundieron
Durante la semana circularon informaciones que señalaban la identificación de objetivos militares dentro de Venezuela presuntamente vinculados al narcotráfico. Esas versiones fueron difundidas por el Miami Herald y The Wall Street Journal y, a partir de contactos cercanos al ala de Seguridad Nacional, replicadas por otros medios —entre ellos Bloomberg y cadenas estadounidenses—, así como por Total News Agency, que recibió confirmaciones de allegados a la Casa Blanca acerca de discusiones internas sobre cursos de acción posibles. Tras la desmentida, la administración precisó que no hay decisión de ejecutar ataques, aunque mantiene “todas las opciones sobre la mesa”.
Despliegue vigente y capacidad de presión
Más allá de la negación de una ofensiva inmediata, Washington sostiene un dispositivo de disuasión en el Caribe: el portaaviones USS Gerald R. Ford con su grupo de escolta, destructores de misiles guiados y operaciones marítimas contra embarcaciones sospechadas de tráfico de drogas. Según especialistas, la presencia del Ford amplía el abanico de opciones —vigilancia, defensa aérea y, de ser ordenado, ataques de precisión— sin implicar por sí misma una escalada inevitable.
Reacciones de Caracas y debate en el Capitolio
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos de “fabricar un casus belli” y denunció el despliegue como una provocación. En el Congreso estadounidense, senadores de ambos partidos empujaron una resolución de poderes de guerra para impedir “hostilidades” dentro o contra Venezuela sin autorización legislativa, mientras otros sectores respaldan sostener la presión como herramienta de disuasión.
Contexto de seguridad y recompensas
La postura oficial de Washington continúa asociando a la cúpula chavista con redes criminales transnacionales. Se mantiene la recompensa de hasta USD 50 millones por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro y las de USD 25 millones sobre sus principales lugartenientes, en el marco de una política que combina presión judicial, sanciones y presencia militar regional.
Fuentes consultadas: Miami Herald; The Wall Street Journal; Fox News Digital; Bloomberg News; Reuters; Financial Times; análisis de The Heritage Foundation; contactos de Total News Agency con allegados a la Casa Blanca.

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