La Plata, 4 de noviembre de 2025-Total News Agency-TNA-El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunció este lunes la presentación ante la Legislatura de tres proyectos claves: el Presupuesto 2026, la Ley Impositiva y una norma de financiamiento que contempla una solicitud de endeudamiento por cerca de 3.000 millones de dólares. Además, solicitó la declaración de emergencia económica para el distrito, aduciendo que la situación financiera es “imperiosa” para poder asegurar el funcionamiento del Estado en un contexto de crisis.
El Presupuesto prevé gastos por unos 43 billones de pesos y contempla partidas para inversión en obra pública, educación, salud y seguridad. En paralelo, el pedido de deuda incluye una autorización de crédito por 1.900 millones de dólares, más otros 1.045 millones pendientes del actual ejercicio, lo que lleva el total a aproximadamente 3.000 millones.
Kicillof reclamó que, sin esta autorización, “los vencimientos de la deuda recaerán sobre el presupuesto general”. Manifestó que la provincia afronta una crisis profunda, con recaudación en descenso, nueva generación de desempleo y una actividad económica que se encuentra “10 puntos por debajo de 2023”.
La presentación se realizó en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno de La Plata, con la presencia de la vicegobernadora Verónica Magario y el ministro de Economía provincial, Pablo López. López sostuvo que la recaudación cayó tres billones de pesos desde 2023 y reafirmó que no habrá aumento de la carga tributaria: las alícuotas de Ingresos Brutos se mantienen y los impuestos patrimoniales serán ajustados “con mayor equidad”.
El proyecto impositivo se planteó en términos de contención y reordenamiento: se propone no modificar las alícuotas de los principales tributos productivos, y se prevé una redistribución de los impuestos patrimoniales y del automotor para hacerlos “más justos”. El gobierno también anunció un Fondo de Fortalecimiento para Municipios, sujeto a la aprobación del endeudamiento.
El escenario político que rodea la iniciativa es de alta tensión interna dentro del peronismo bonaerense. Kicillof enfrenta una negociación compleja con los sectores de La Cámpora, el frente que dirige Máximo Kirchner, y con el bloque del Frente Renovador, en una dinámica que podría definir la unidad o la fractura del espacio oficialista.
En concreto, Kicillof adelantó que no esperará al 10 de diciembre —cuando podría tener mejor representación legislativa— para comenzar la ronda de negociaciones. El objetivo es que los tres proyectos (Presupuesto, Impositiva y Financiamiento) sean aprobados este año, condicionados a que los aliados definan si acompañarán al gobernador o jugarán la carta de una oposición interna.
La negociación no solo incluye votos para las leyes, sino también un reparto de cargos: presidencia de la Cámara de Diputados, bancas en el Senado, renovaciones en el banco público, y hasta vacantes en la Suprema Corte bonaerense. El paquete de leyes se convierte en el epicentro de lo que muchos llaman “la rosca” de la posvictoria del peronismo provincial.
Kicillof afirmó ante intendentes y legisladores que “la provincia necesita estas herramientas para poder seguir trabajando con los 135 municipios. Es imperioso”. Y reiteró su crítica al gobierno nacional: “Hay una crisis profunda y el Estado nacional se borra. Nosotros damos la cara”.
Para los analistas, el pedido de endeudamiento representa una apuesta riesgosa: la provincia no tiene un presupuesto aprobado desde 2023 y ha funcionado con leyes prorrogadas hasta ahora. La presión sobre la Legislatura bonaerense será intensa y puede marcar una línea de fractura en el oficialismo.
El paquete enviado a la Legislatura también define prioridades de gasto: inversión de capital de 3,2 billones de pesos; salud y promoción social por 1,7 billones; educación por 1,3 billones; y seguridad por 1,4 billones. Además, contempla fondos para la discapacidad, medicamentos oncológicos y trasplantes.
La provincia de Buenos Aires ha planteado además una demanda al Estado nacional por deudas por casi 13 billones de pesos, lo que acentúa su reclamo de “discriminación” frente al financiamiento público.
En suma, con el pedido de emergencia económica y la solicitud de endeudamiento, Kicillof busca dotar a su gestión de herramientas financieras excepcionales para encarar 2026. El desafío legislativo y las tensiones internas del peronismo bonaerense serán determinantes en la aprobación y en la consistencia de su plan de gobierno.

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