El ministro de Defensa, Luis Petri, cerrará su gestión con un acto que simboliza la mayor modernización militar del país en décadas. En los días previos a asumir su banca de diputado nacional, Petri acompañará al presidente Javier Milei al Área Material Río Cuarto, en Córdoba, el viernes 5 de diciembre. El motivo es la recepción de las primeras seis unidades de los aviones supersónicos F-16.
Esta entrega es clave, pues inicia el refuerzo del equipamiento de la Fuerza Aérea Argentina con el primer lote de las 24 aeronaves militares. La adquisición, concretada en abril de 2024 a Dinamarca, implicó una inversión de US$300 millones. Adicionalmente, el sistema de armas provisto por los Estados Unidos exigió otra inversión cercana a los US$350 millones. El acto no solo es militar, sino también político: escenifica el claro alineamiento estratégico del gobierno argentino con el presidente norteamericano, Donald Trump.

De las seis unidades que se ultimaron en la base aérea danesa de Aalborg, cuatro son aviones biplazas y dos monoplazas. Se trata de aeronaves de combate de cuarta generación, que representan un salto cualitativo. Fuentes especializadas advierten que su alto costo operativo implica una hora de vuelo cotizada cerca de los 20.000 dólares, suma que cubre el combustible, el mantenimiento y los costos de operación.
La llegada de los cazas es considerada la incorporación de mayor magnitud a la Fuerza Aérea posterior a la guerra de Malvinas. Es un paso concreto para equiparar las capacidades militares con naciones vecinas, especialmente Chile y Brasil.
Mientras la Fuerza Aérea celebra este hito, la incertidumbre se centra en quién será el sucesor de Petri al frente del Ministerio de Defensa. Dos de sus colaboradores más cercanos son mencionados con insistencia en el ámbito castrense como posibles reemplazantes. Ellos son: Luciana Carrasco, abogada y actual jefa de gabinete del ministro, y el Brigadier General Xavier Julián Isaac, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Se espera que para la fecha de la recepción de los F-16, la decisión ya haya sido develada.
Petri piensa en el sucesor
Luciana Carrasco, abogada y magíster en derecho penal, cuenta con un significativo recorrido en el área judicial. Antes de ser jefa de gabinete de Petri, trabajó en estudios privados y juzgados penales. Fue asesora y coordinadora del Observatorio de Víctimas de Delitos durante la gestión de Germán Garavano en el Ministerio de Justicia del gobierno de Mauricio Macri.

Su participación fue crucial en el impulso de reformas legislativas, incluyendo la ley de víctimas y la actualización del Código Procesal Penal Federal. Además, en la gestión de Petri, fue la asesora clave en el sensible decreto que dispuso la baja de 23 militares condenados por delitos de lesa humanidad. Hace dos semanas, expuso en la Cámara de Diputados sobre el presupuesto de Defensa, subrayando el mensaje político: “la defensa nacional no es un gasto, es una inversión en soberanía, libertad y futuro”.
En contraste, el brigadier general Xavier Julián Isaac representa la candidatura que circula con más fuerza en las filas militares. Fue jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante la gestión del ministro Jorge Taiana. Su larga trayectoria y conocimiento técnico fueron decisivos para que Argentina se inclinara por la compra de los F-16, descartando otras opciones consideradas, como los MIG 35 de Rusia, los JF-17 de China y los HAL Tejas producidos por la India.
La determinación de actuar en sintonía con el alineamiento con los Estados Unidos fue determinante en la decisión final del gobierno de Milei. Tras acompañar a Petri a Dinamarca para rubricar la compra, Isaac declaró que la operación constituye “Un salto de calidad y una vieja aspiración de la Fuerza Aérea”. La designación de un militar al frente del ministerio sería una novedad absoluta en los 42 años del período democrático en Argentina.

Quienquiera que asuma el Ministerio de Defensa deberá enfrentar inmediatamente la grave crisis del Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa). La entidad arrastra una deuda que supera los $160.000 millones y se incrementa en unos $20.000 millones por mes. A este problema se suman la compleja situación salarial y los desafíos en el complejo científico-industrial de la defensa.
La llegada de los aviones F-16 culmina un proceso de preparación. Desde hace un año, la Fuerza Aérea ha trabajado en la instrucción y el entrenamiento de pilotos y técnicos en el marco del “Proyecto F-16”, proceso intensificado con la llegada de un avión escuela en marzo. Las primeras aeronaves permanecerán temporalmente en el Área Material Río Cuarto, base de los principales talleres.
Su destino final será la VI Brigada Aérea de Tandil, donde se remodelan pistas, hangares y otras instalaciones para adecuarlas. Los F-16 tienen motores muy potentes, casi el doble de la potencia de un Mirage, el sistema de armas que tuvo Argentina hasta 2015. El decreto 807/2024, firmado por Milei en septiembre de 2024, declaró “secreto militar” la contratación y construcción de las obras de infraestructura de la VI Brigada Aérea. La última renovación de envergadura fue en 1997 con los A4-AR, aeronaves subsónicas. La llegada de los cazas supersónicos daneses/norteamericanos reaviva el ánimo en las unidades aéreas.
Este artículo se publicó primero en Mendoza Today.
Fuente Mendoza Today

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