Buenos Aires, 8 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA –El reciente aumento salarial a los trabajadores del Hospital Garrahan, anunciado por el Gobierno nacional, desató un fuerte cruce político luego de que Elisa Carrió revelara que Guillermo Francos, entonces jefe de Gabinete, la había llamado dos días antes de las elecciones para anticiparle la medida y pedirle que la mantuviera en reserva. La líder de la Coalición Cívica aseguró que la decisión no fue del ministro de Salud, Mario Lugones, sino de Francos, a quien atribuyó el impulso final de la reasignación presupuestaria.
Carrió y sus legisladores señalaron que el aumento fue producto de meses de reclamos médicos, denuncias judiciales y presión parlamentaria, y acusaron a Lugones de intentar capitalizar un logro ajeno. “Mario Lugones es un oportunista, que nunca hizo nada a favor del hospital y es responsable de agredir a los médicos y a una institución que es un orgullo para el país”, declaró el legislador porteño Hernán Reyes, vocero de Carrió.
La dirigente sostuvo que el Gobierno mintió al atribuirse la reasignación de fondos y dijo tener documentación que demuestra cómo se concretó el incremento salarial. Según la cronología difundida por la Coalición Cívica, la diputada había intimado formalmente a Francos el 6 de octubre, exigiendo la implementación de la ley de Emergencia Pediátrica que Javier Milei había vetado semanas antes.
Tras esa intimación, Francos habría decidido avanzar con la redeterminación de partidas destinadas al Garrahan y a programas de discapacidad. En la conversación con Carrió, el funcionario le habría comunicado que el refuerzo presupuestario sería de unos 35.382 millones de pesos y le pidió mantener el asunto “en reserva” hasta después de los comicios.
La Coalición Cívica sostiene que la voluntad política de resolver el conflicto salarial nunca provino de Lugones, sino de la presión ejercida por el cuerpo médico y por la propia Carrió. Los legisladores de su espacio recordaron que el 8 de octubre de 2024 Carrió y Marcela Campagnoli denunciaron a Lugones por abuso de autoridad tras la intervención del Consejo de Administración del hospital, y que en los meses siguientes se presentaron ampliaciones por incumplimiento de deberes de funcionario público, incluidas acusaciones contra el ministro de Economía, Luis Caputo.
El conflicto en el Garrahan venía escalando desde hacía meses por los bajos salarios, las guardias sin compensación y el deterioro de la infraestructura. Los trabajadores habían realizado múltiples paros y movilizaciones en reclamo de mejoras, mientras denunciaban el abandono del hospital por parte del Estado. Finalmente, el 31 de octubre se publicó en el Boletín Oficial la decisión administrativa que habilitó las modificaciones presupuestarias y el aumento de haberes, que alcanza un 61 % retroactivo a octubre.
La revelación del diálogo entre Francos y Carrió añade tensión al gabinete presidencial. Pocos días después del anuncio, tanto Francos como la viceministra de Salud fueron desplazados de sus cargos, mientras que Lugones se mantuvo al frente del ministerio. Desde la oposición interpretan esa continuidad como una señal política de respaldo de Javier Milei al funcionario cuestionado, pese a las denuncias sobre su gestión y a las críticas de la Coalición Cívica.
“Fue la lucha silenciosa de los médicos y el trabajo de Elisa Carrió lo que permitió obtener el financiamiento, no la voluntad del ministro Lugones”, reiteró Reyes. Para el espacio opositor, el caso Garrahan expone el uso político de la gestión sanitaria en un contexto de crisis económica, y deja al descubierto las internas dentro del Gobierno por la asignación de recursos y el manejo de la comunicación pública.
Fuentes consultadas:
La Nación, Infobae, Clarín, Página/12, Perfil.

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