Tokio, 9 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA-Un sismo de magnitud 6,7 grados sacudió este domingo la costa de la prefectura de Iwate, en el norte de Japón, lo que provocó que la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) emitiera un aviso de tsunami para la zona. El epicentro se registró alrededor de las 17:03 hora local en aguas del Océano Pacífico, a una profundidad de aproximadamente 10 kilómetros, lo que generó alerta ante la posibilidad de olas de hasta un metro de altura.
A raíz del sismo, las autoridades japonesas recomendaron a los residentes de la franja costera que se mantuvieran alejados del mar y de zonas bajas del litoral. Según informó la JMA, se registraron pequeñas olas de entre 10 y 20 centímetros en puertos como Ofunato y Kuji. A pesar del aviso, no se reportaron víctimas ni daños de consideración hasta el momento.
La alerta de tsunami fue levantada pocas horas después una vez que quedó claro que no se produjeron olas destructivas, y la situación pareció volver a la normalidad, aunque la JMA advirtió sobre la persistencia de réplicas en los próximos días.
Este episodio revivió la memoria de la catástrofe de 2011, cuando un sismo de magnitud 9,0 al sureste de Iwate generó un tsunami que dejó aproximadamente 18.500 muertos y desaparecidos, además de desencadenar el grave accidente nuclear en Fukushima. Japón, ubicado en el arco del “Anillo de Fuego” del Pacífico, es uno de los países más expuestos a la actividad tectónica mundial.
La reacción de la población fue inmediata en las zonas costeras: medios nacionales informaron evacuaciones preventivas y suspensión temporal de algunos servicios, como el tren bala Tohoku Shinkansen, que dejó de operar por breves momentos. Aunque no se registraron daños graves, el protocolo demuestra que Japón continúa manteniendo altos estándares de prevención, tras décadas de inversión en infraestructura antisísmica y planes de contingencia.
El hecho se produce en un momento en que la conciencia sobre riesgo sísmico se encuentra muy elevada en el país. Los expertos recuerdan que aunque la magnitud de este sismo no se compara con los gigantes como el de 2011, la profundidad y localización lo convierten en digno de atención, y son habituales las réplicas durante la semana siguiente a un movimiento de este tipo. La JMA instó a mantener la alerta, aunque el mayor peligro inmediato haya pasado.
En resumen, el sismo de hoy volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad de la costa noreste de Japón ante oleajes generados por la actividad submarina, y la efectiva respuesta institucional permitió contener el riesgo. Las próximas horas serán clave para confirmar que no haya daños ocultos o efectos secundarios, y para monitorear la secuencia de réplicas que podrían seguir.

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