Las conversaciones han empezado. PP y Vox exploran el relevo de Carlos Mazón para evitar ir a elecciones en la Comunidad Valenciana. Pero el acuerdo no será fácil ni probablemente tan rápido como Génova quiere. La distancia entre ambos es muy amplia, aseguran fuentes del entorno de Santiago Abascal, que además ponen el foco en la dificultad de avanzar en un pacto para Valencia mientras encaran una campaña a cara de perro en Extremadura. «¿Realmente vamos a llegar a un acuerdo en el que el PP asuma exigencias nuestras que, después, su candidata extremeña va a negar durante toda la campaña?», se preguntan. «¿ Eso de verdad va a ser posible, todo a la vez? », reiteran. El problema entre PP y Vox es la desconfianza que existe entre ambas formaciones. La pugna abierta en la derecha nacional en este momento es más que evidente, con el partido de Abascal en pleno auge en todas las encuestas, los populares tratando de taponar ese avance y teniendo por delante varias citas electorales autonómicas en las que los dos partidos se enfrentarán sin ambages.Vox ha designado a Ignacio Garriga, secretario general, como negociador. También a Montse Lluís, su número dos en el organigrama, y persona de la total confianza de Abascal. Fue Alberto Núñez Feijóo el que descolgó el teléfono para empezar la negociación . Habló con Abascal y dejó claro que su partido querría cerrar la crisis lo antes posible. Evidenció también lo que todo el partido sabe: que ahora están en manos de Vox para evitar las elecciones en esa comunidad.En la cúpula del PP no quieren valorar la posibilidad de un bloqueo. Entienden que Vox tendría difícil explicar por qué impide un acuerdo para un nuevo ‘president’ teniendo unos Presupuestos aprobados y en vigor. En Vox, la percepción es distinta. El partido de Abascal ha dejado claro «que no teme» ir a unos comicios , dado que todos los sondeos garantizan un crecimiento. La percepción en Bambú -sede nacional del partido- es, además, que la derecha volvería a sumar, solo que con un Vox más fuerte y el PP debilitado. Pero, por otro lado, hay dirigentes que piensan que también sería una victoria para la izquierda, que reclama esas elecciones y que, además, ahondaría en la división y la desconfianza que ya existe entre los partidos de la derecha.Noticia Relacionada estandar No Juanma Moreno: «La privatización es la gran mentira del PSOE» Mercedes BenítezEn el partido de Abascal asistieron desconcertados a los primeros pasos del PP: no entienden que no pusieran sobre la mesa directamente al candidato -a pesar de que ABC ya publicó que el PP solo contempla a Juanfran Pérez Llorca – y muestran «preocupación» por las diferencias mostradas entre Génova y el PP valenciano. «La sensación es que no sabemos nunca quién está al mando y si tenemos garantías de que van a cumplir lo acordado», manifiestan a este periódico.Temor entre algunos dirigentes del PP por si Vox engorda la negociación y termina por forzar eleccionesVox también ha criticado al PP por su posición con Carlos Mazón, acusando a Feijóo de haber contribuido al linchamiento político, hasta el punto de que Abascal ha sido uno de los dirigentes que ha defendido al ya ‘president’ en funciones. Con todo, en el partido de Abascal incomoda que firmar un nuevo pacto de investidura implicará también apoyar la situación en la que quede Mazón: con su escaño en Les Corts para seguir aforado. «Es una crisis interna del PP en la que acabamos nosotros también metidos», se lamentan.Lo que ya ha dejado claro el partido de Abascal es que la que está en marcha es una negociación dura, en la que exigirán nuevas cesiones en sus dos grandes banderas políticas: la inmigración y acabar con las políticas verdes. «El programa es lo único que nos importa», explican, dando por hecho que si hay un nuevo ‘president’, éste «tendrá que plasmar todos esos compromisos en su discurso de investidura». Es decir, en Vox entienden que un relevo en la presidencia autonómica «lo cambia todo» y que no bastará «dar continuidad» a lo acordado con Mazón, sino que las cartas deben volver a quedar claras encima de la mesa.El pacto en Valencia irrumpe en un momento de máxima tensión entre los dos partidos y en pleno auge de AbascalDudas sobre el acuerdoHay dirigentes nacionales y también dentro del PP valenciano que trasladan optimismo sobre que habrá un acuerdo. Pero hay otros muchos cargos populares que expresan «serias dudas» y «mucho miedo» a que Vox finja una negociación que termine en convocatoria electoral. El argumento en el que se apoyan -y en esto hay bastante coincidencia en todo el partido- es en la dificultad de negociar algo tan delicado como una investidura mientras los dos partidos afrontan campañas electorales en las que se juegan mucho. Y, sobre todo, hay dirigentes valencianos que hacen la siguiente reflexión: «¿ Qué incentivos tiene Vox para llegar a un acuerdo pronto ? Suben en las encuestas más que el resto y tienen que ir a una campaña en Extremadura en la que el choque con el PP va a ser brutal. Luego vendrá Castilla y León. ¿Y todo esto pactando en la Comunidad Valenciana? Nos lo van a poner muy complicado», asumen.Y el hecho de que todo empiece en Extremadura no es baladí: la sintonía con María Guardiola es absolutamente nula. Está por ver qué ocurrirá en Aragón y la decisión que toma finalmente Jorge Azcón. En Castilla y León y Andalucía también se prevé un choque político de altura. En la primera autonomía las relaciones se han deteriorado mucho; en la segunda, Juanma Moreno necesita la mayoría absoluta.
Fuente ABC

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