Santiago de Chile, 16 de noviembre de 2025 – Total News Agency-TNA- La candidata oficialista Jeannette Jara, militante del Partido Comunista y exministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric, y el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, disputarán la presidencia de Chile en la segunda vuelta del 14 de diciembre, tras encabezar la primera ronda de las elecciones generales de este domingo. Con algo más de la mitad de las mesas escrutadas, Jara se ubicó primera con alrededor del 26,6% de los votos, seguida de Kast, que ronda el 24,3%, lo que asegura un balotaje entre la abanderada de la izquierda gobernante y el referente de la derecha dura para definir al sucesor de Boric a partir del 11 de marzo de 2026.
La sorpresa de la jornada la protagonizó Franco Parisi, líder del Partido de la Gente (PDG), quien consolidó un fuerte desempeño en regiones, particularmente en Valparaíso y en varias zonas del norte, y terminó tercero con cerca del 18,8% de los sufragios según los primeros cómputos oficiales. Más atrás se ubicaron el libertario Johannes Kaiser, con alrededor del 13,9%, y la representante de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, que obtuvo en torno al 13,2% pese a haber encabezado durante meses las encuestas. Completa el cuadro el exdirigente del fútbol chileno Harold Mayne-Nicholls, el independiente Marco Enríquez-Ominami y el candidato de ultraizquierda Eduardo Artés, todos con porcentajes que no superan el 2%
Aunque Jara logró el primer lugar y confirmó el piso de apoyo del oficialismo, la foto de la primera vuelta deja a las fuerzas de derecha mejor posicionadas de cara al balotaje. La suma de Kast, Kaiser, Matthei y, en buena medida, el voto de Parisi configura un bloque opositor que supera ampliamente el 50% de los sufragios, en un contexto de voto obligatorio que movilizó a más de 8,3 millones de electores sobre un padrón cercano a los 15,8 millones de ciudadanos habilitados.
En la noche electoral, tanto Kaiser como Matthei se apuraron en reconocer la victoria de Kast dentro del campo opositor y anunciaron su respaldo explícito al líder republicano para la segunda vuelta, replicando en parte la dinámica que ya se vio en 2021, cuando Kast llegó al balotaje y fue derrotado por Boric. La gran incógnita, a partir de ahora, pasa por el comportamiento del voto de Parisi, un electorado marcado por el desencanto con la clase política tradicional y con un perfil volátil que en 2021 ya había mostrado inclinación mayoritaria por Kast en la segunda ronda.
Jara llega a este escenario como la candidata de la coalición Unidad por Chile, que reúne al Partido Comunista, el Frente Amplio y los partidos socialdemócratas que sostienen al gobierno. Exdirigenta estudiantil y sindical, fue una de las ministras más visibles del gabinete de Boric por su impulso a la reducción de la jornada laboral a 40 horas, la Ley Karin contra el acoso laboral y las iniciativas de reforma previsional, lo que le dio fuerte anclaje entre trabajadores y sectores urbanos. Sin embargo, su desempeño en la primera vuelta quedó por debajo del 38% que obtuvo la izquierda en el plebiscito constitucional de 2022, un antecedente que en La Moneda y en el oficialismo se leía como el umbral deseable para encarar con más holgura un balotaje.
Kast, por su parte, capitaliza una tercera candidatura presidencial consecutiva. Abogado, exdiputado y fundador del Partido Republicano, viene construyendo desde hace años un liderazgo en la derecha chilena a partir de un discurso duro en seguridad, migración y orden público, que ha moderado en las formas pero no en el fondo respecto de campañas anteriores. En esta elección se presentó como la “fuerza del cambio” frente a un oficialismo desgastado por la inflación, la sensación de inseguridad y la fatiga ciudadana tras años de debates constituyentes frustrados. Su cierre de campaña en el Movistar Arena, bajo el lema “la tercera es la vencida”, anticipaba la confianza de su comando en volver al balotaje y concentrar el voto conservador en torno a su figura.
El proceso electoral transcurrió con relativa normalidad, aunque en varios centros de votación de Santiago y otras ciudades se registraron largas filas y algunas tensiones menores entre votantes y vocales de mesa, muchos de ellos debutantes en esa función. El Servicio Electoral (Servel) destacó el desarrollo pacífico de la jornada y el funcionamiento del sistema de voto obligatorio, que rige desde 2022 para quienes tienen domicilio electoral en Chile. Desde el exterior se reportó asimismo una participación sostenida y una tendencia favorable a Jara en varias ciudades europeas y asiáticas, en línea con los patrones de comicios anteriores.
En un mensaje televisado, el presidente Gabriel Boric felicitó a Jara y a Kast por su paso a segunda vuelta y llamó a los chilenos a “votar en conciencia” en diciembre, subrayando la importancia de que el próximo gobierno pueda “profundizar la democracia y enfrentar la desigualdad sin renunciar a la estabilidad”. Mientras tanto, los comandos ya comenzaron a mover fichas: el oficialismo intentará ampliar su base hacia el centro político y mejorar su desempeño en sectores populares desencantados, y Kast buscará ordenar sin fisuras a la derecha tradicional y seducir a los votantes antipolítica de Parisi, en una contienda que, a la luz de los números de la primera vuelta, arranca con un escenario abierto pero con una inclinación inicial favorable al bloque opositor.

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