Jerusalén, 29 de diciembre de 2025-Total News Agency-TNA-En un escenario regional atravesado por conflictos persistentes y amenazas híbridas, Israel comenzó a profundizar una estrategia de alcance ampliado que excede los frentes tradicionales de Medio Oriente y se proyecta hacia África Oriental y el Mar Rojo. Así lo explicó el profesor Natalio Steiner en declaraciones a Radio Jai, al analizar el reciente reconocimiento israelí de Somalilandia y su impacto geopolítico en una de las zonas más sensibles para la seguridad y el comercio internacional.
De acuerdo con el análisis de Steiner, la decisión de Jerusalén responde a criterios estrictamente estratégicos. Somalilandia, un territorio que no cuenta con reconocimiento formal de Naciones Unidas pero que funciona de facto como un Estado desde principios de los años noventa, reúne tres condiciones clave para Israel: estabilidad política, control efectivo del territorio y una posición abiertamente hostil frente al islamismo radical. Estos factores la distinguen del entorno regional y la convierten en un socio confiable en una franja marcada por la volatilidad.

El reconocimiento adquiere relevancia adicional por la ubicación geográfica de Somalilandia, frente al estrecho de Bab el-Mandeb, un paso marítimo crítico que conecta el Mar Rojo con el océano Índico. Por ese corredor circula una parte sustancial del comercio israelí y global, lo que lo transforma en un punto neurálgico desde el punto de vista económico y de seguridad. Steiner remarcó que los ataques de los hutíes desde Yemen, los episodios recurrentes de piratería y las operaciones de contrabando atribuidas a Irán dejaron en evidencia la fragilidad de esa vía estratégica.
En ese contexto, el especialista subrayó que para Israel el Mar Rojo no constituye una referencia abstracta, sino una línea vital para su abastecimiento, su comercio exterior y su proyección naval. La posibilidad de contar con un socio estable en su margen africano introduce un elemento de previsibilidad poco habitual en la región y refuerza la capacidad de monitoreo y disuasión frente a amenazas no convencionales.
Steiner también puso el foco en la competencia geopolítica que se desarrolla en África Oriental. Señaló que Irán, Turquía y Qatar incrementaron su presencia política, económica y militar en la zona durante los últimos años. En particular, destacó el avance de Turquía en Somalia, donde Ankara construyó puertos, aeropuertos y bases militares, consolidando una influencia que altera el equilibrio regional. Desde esta perspectiva, la aproximación israelí a Somalilandia apunta a contrarrestar esa expansión y limitar la proyección iraní en un espacio estratégico adyacente al Mar Rojo.
El analista fue categórico al descartar motivaciones ideológicas o humanitarias detrás de la decisión israelí. Según explicó, se trata de una política pragmática, orientada exclusivamente por consideraciones de seguridad y balance de poder. La diplomacia que impulsa Jerusalén en esta área se caracteriza por el bajo perfil y la ausencia de gestos grandilocuentes, una lógica que responde a la necesidad de preservar márgenes de maniobra en un entorno altamente sensible.
En esa línea, Steiner concluyó que el caso de Somalilandia confirma una constante en la política exterior israelí: la diplomacia más relevante no siempre es la que se anuncia públicamente, sino la que se construye de manera silenciosa sobre intereses concretos. La ampliación del radio estratégico hacia África y el Mar Rojo sugiere que Israel se prepara para un escenario de competencia prolongada, donde el control de rutas marítimas y alianzas discretas será tan determinante como los equilibrios militares tradicionales.
Fuentes consultadas: Profesor Natalio Steiner; Radio Jai.

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