Quienes conducen uno, a menudo explican que Tesla ha revolucionado la industria del automóvil no solo por el diseño de sus autos o por sus baterías eléctricas.
La compañía que dirige Elon Musk se diferencia del resto de marcas por su software y los avances que introduce en el auto con cada actualización.
Pueden ser mejoras de potencia, más eficiencia del gasto energético o mayor comodidad para los ocupantes.
Un Tesla gana prestaciones con el tiempo, dicen sus propietarios, y eso era algo impensable en la industria del automóvil hace unos años.
Una vez que un auto sale de un concesionario, es difícil renovarlo.
Es la tecnología del fabricante estadounidense la que la sitúa al frente de la competencia. Y, sobre todo en gama alta, casi no tiene rivales.
Hasta ahora.
NIO, el fabricante chino de vehículos eléctricos, se ha lanzado a la conquista de ese segmento del mercado y de sus factorías ya salen modelos que compiten con Tesla en prestaciones.
Y como Tesla, recuerdan desde MarketWatch, NIO también ha quemado grandes cantidades de dinero de inversores en sus primeros años de vida mientras reportaba varios trimestres seguidos de pérdidas.
En enero de este año recibió una inyección de US$1.000 millones para recapitalizar la compañía tras reportar pérdidas por valor de US$370 millones en el tercer trimestre del año pasado.
Esos fondos llegaron, entre otros, del fabricante GAC Group, propiedad del Estado chino.
NIO no es el único que produce coches eléctricos en China ni el más nuevo, otras empresas como BYD o BAIC llevan años asentadas, pero NIO parece haberse convertido en la niña bonita de los inversores ahora.
Sus acciones han subido en torno a un 430% en lo que va de año.
Ha conseguido en muy poco tiempo “una percepción de marca sólida, brindando un servicio postventa de calidad, solucionando problemas clave en la recarga [de la batería] y desarrollando un software de inteligencia artificial robusto”, explican los analistas de Deutsche Bank en un informe.
La compañía nació en Shanghái, pero con los años ha ganado presencia en los grandes hubs tecnológicos mundiales, como San José (en Silicon Valley, EE.UU., cerca de las oficinas de Tesla), Múnich (Alemania) y Londres (Reino Unido).
Su oferta se dirige a consumidores más jóvenes y expertos en tecnología que aprecian su avanzado equipamiento.
Y lo ha conseguido, dicen desde el banco alemán, “a precios más bajos o al menos similares en relación con otro vehículos eléctricos comparables”.
Baterías intercambiables
Para Hyunwoo Jin, analista de Mirae Asset Daewoo, el modelo de baterías intercambiables desarrollado por NIO la hace diferente del resto de fabricantes y le permite recortar el coste final.
Este programa supone que los consumidores puede comprar el vehículo eléctrico sin batería en propiedad y alquilar una pagando una cuota mensual de aproximadamente US$142 al mes.
Los usuarios pueden cambiar las baterías agotadas por baterías completamente cargadas en pocos minutos, en 143 estaciones de 64 ciudades de China.
El gigante asiático ya cuenta con el mayor número de estaciones de carga del mundo: unas 215.000 y espera llegar a 4,8 millones hacia 2020.
“En nuestra opinión, la competitividad de los vehículos eléctricos y el modelo de negocio de intercambio de baterías de NIO están ganando un reconocimiento cada vez mayor”, dice Hyunwoo Jin.
Así, mientras el modelo EC6 de NIO cuesta unos US$55.700, el Model Y de Tesla está en torno a los US$69.700, descontados los subsidios.
A favor de NIO juega también que el gobierno de China está impulsando el sector y tiene como objetivo que el país llegue a tener un 25% de vehículos que ahorran energía de cara a 2025.
Es una de las medidas puestas en marcha para tratar de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
“Las Cuatro Fabulosas”
NIO, que en chino significa “llegando al cielo azul”, pertenece al grupo de start-ups que algunos analistas han llamado “The Fab Four”, las “Cuatro Fabulosas”.
Estas marcas, -NIO, Xpeng, Li Auto y WM Motor-, se han encontrado con una voluntad política y gubernamental que se ha traducido en millones de yuanes de apoyo a sus planes de crecimiento.
Todas surgieron hace menos de una década, pero parece que lo hicieron en el momento adecuado.
El de China es el mercado de vehículos eléctricos de más rápido crecimiento en el mundo.
Además cuenta con un programa de generosos subsidios estatales recientemente extendidos hasta 2022.
Es un plan respaldado por el Partido Comunista y que también llevan a cabo varias economías occidentales con el mismo objetivo medioambiental.
Gobiernos locales o regionales de Hefei, Guangzhou o Wenzhou han destinado una serie de importantes ayudas que incluyen descuentos, financiaciones y beneficios para fomentar la compra de vehículos eléctricos “made in China”.
Los gigantes tecnológicos, con capital para expandir sus negocios originales, también están respaldando al sector.
Entre ellos se encuentran el conglomerado Tencent, la plataforma de comercio electrónico Alibaba o Baidu, el Google chino.
Por el volumen de ventas, estiman los analistas de Deustche Bank, NIO es la más fabulosa de las cuatro.
Ella fue la primera compañía china de autos totalmente eléctricos en debutar en la Bolsa de Valores de Nueva York.
Demanda después de los confinamientos
Los datos confirman que tras la pandemia de coronavirus, que congelaron la actividad económica en el país, las ventas de vehículos en China se han vuelto a reactivar y su mercado de vehículos eléctricos es el más grande del mundo.
“Pese a que las ventas de automóviles habían caído con fuerza durante la pandemia de covid-19, parecen estar repuntando con igual intensidad en China, Europa y EE.UU. a medida que se alivian las condiciones de confinamiento”, explica Nitesh Shah, analista de la firma WisdomTree.
La recuperación de las ventas supone que, pese a la crisis sanitaria, se habrán vendido solo un 10% menos de carros que el año anterior, según las estimaciones de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles.
“La demanda de vehículos eléctricos puede expandirse a medida que el nuevo programa de intercambio de baterías de NIO puede reducir los precios de compra iniciales entre un 13% y un 20%, compitiendo directamente con el Model 3 fabricado en China de Tesla”, estiman los analistas de Bloomberg Intelligence.
Educando al mercado
NIO aspira a convertirse la marca de referencia en China, igual que Tesla es la marca más reconocible en Estados Unidos.
Sin embargo, los fabricantes chinos no ven a la compañía que dirige Elon Musk como un rival.
Para ellos la estadounidense es una pionera que está abriendo camino a las demás.
La competencia de Tesla “es algo bueno para nosotros”, dijo en el salón de automóvil celebrado en Pekín este mes el fundador y director ejecutivo de WM Motor, Freeman Shen.
“Estamos muy contentos de que Tesla haya venido a China porque Tesla es como Apple al principio, educan a todo el mercado”.