No es secreto para nadie que Patricia Bullrich proyecta su crecimiento político desde la presidencia de Pro, cargo al que llegó hace menos de un año por recomendación directa de Mauricio Macri. Respaldada por el expresidente, y dispuesta a elevar aún más su perfil luego de su participación en las marchas contra el Gobierno, la exministra de Seguridad no pierde la oportunidad de hablar en los medios sobre su reciente libro, Guerra sin cuartel, en el que cuenta su política al frente del ministerio, sobre todo en el combate al delito y el narcotráfico.
Mientras algunos dirigentes en Juntos por el Cambio ya la ven como candidata a diputada en la ciudad el año que viene, Bullrich afronta una “guerra interna” bastante más amable con su pareja, Guillermo Yanco, que cada tanto le reitera su hartazgo con la situación social del país y sus deseos de emigrar de la Argentina. “Me dice que se quiere ir del país, y yo le contesto.¿ adónde te vas a ir?”, deslizó con una sonrisa la titular de Pro en los últimos días, sin dejar de aclarar que no está en sus planes dejar la pelea política, sobre todo mirando hacia el decisivo 2023.
Dando por descontado que convencerá a su marido-actual vicepresidente del Museo del Holocausto porteño-de quedarse en el país, Bullrich coincide con Macri en la necesidad de reforzar el tono crítico con el Gobierno. Con respecto a Horacio Rodríguez Larreta, asegura que su reacción ante la poda de recursos de la coparticipación debió haber sido más “enérgica” y también desliza la necesidad de una mayor participación de María Eugenia Vidal en el armado bonaerense. “Los dirigentes de la provincia piden que se ponga al frente, y encima tiene enfrente a (Axel) Kicillof que no gobierna bien”, comentan cerca de la exministra, que ve series policiales por cable para distenderse.
Una Leona sin precisión histórica
Los Juegos Nacionales Evita, inaugurados en 1948 por la entonces esposa del presidente Juan Domingo Perón, son una institución para los gobiernos peronistas. Fueron promovidos patrocinados desde un inicio por la Fundación Evita, a partir de los campeonatos infantiles de fútbol, para luego sumar diferentes disciplinas.
Ahora, obligado por la pandemia, el ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, armó una edición virtual que inauguró la secretaria de Deportes, Inés Arrondo, quien cometió una gaffe histórica.
“Es una historia que data de 1940, cuando fueron impulsadas por Evita”, dijo la exintegrante de Las Leonas. La funcionaria no tomó en cuenta que entonces, en 1940, el peronismo aún no existía y Eva Duarte ni siquiera conocía a Juan Domingo Perón.
Inés Arrondo, la exleona campeona del mundo en Perth 2002, participó activamente en la política del Frente de Todos, hasta convertirse en secretaria de Deportes. Su talento deportivo no condice exactamente con la precisión histórica.
De pagarle remises a Evo a ser candidato a embajador
Contento con tener un nuevo aliado ideológico en la región, el presidente Alberto Fernández acelera por estos días la normalización de relaciones diplomáticas con Bolivia, cortadas durante el gobierno interino de Jeannine Añez. Ahora con Luis Arce en el poder, la carrera por la embajada en La Paz se abrió en el kirchnerismo, aunque desde la Casa Rosada y la cancillería aseguran que Oscar Laborde, ex intendente de Avellaneda y actual presidente del Parlasur, es número puesto para el cargo. La seguridad se basa en el vínculo de Laborde, no tanto con Arce sino, por sobre todo, con Evo Morales, a quien conoce desde hace 15 años y ayudó hasta monetariamente durante su estadía en Buenos Aires, luego de su salida del poder. “Se conocen mucho, y Oscar lo ayudó, cuando Evo llegó acá no tenía ni para el remise”, cuenta un testigo de ese vínculo, previo a la llegada de Morales al poder en Bolivia. Alineado con la ex presidenta Cristina Kirchner, Laborde pidió que Bolivia ingrese como miembro pleno al Mercosur y va por más: quiere a Evo Morales como representante de Bolivia en la OEA, la entidad que que lo denunciara por fraude en 2019