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Este 8 de marzo, Día de la Mujer, amaneció negro en Madrid. Así lo vieron los vecinos de Ciudad Lineal, uno de los 21 distritos que integran la capital y a 20 minutos de la Puerta del Sol, cuando despertaron y descubrieron que el mural feminista que adorna el polideportivo con los rostros de quince mujeres emblemáticas había sido estropeado con pintura negra durante la noche.
El “La unión hace la fuerza”, como fue bautizado el mural pintado en 2018, recopila retratos de la pintora mexicana Frida Kahlo, de la líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie y de la cosmonauta soviética Valentina Tereshkova, entre otras mujeres empoderadas, fue parte del proyecto Compartiendo Muros del Ayuntamiento de Madrid.
Desde principios de año el mural que lleva como leyenda “Las capacidades no dependen de tu género” quedó en medio de un fuego cruzado entre los partidos de derecha, que pedían su eliminación, y los de izquierda, que lograron conservarla.
El rostro de Rosa Parks estropeado en Madrid. Foto: AP
Este lunes, luego del ultraje que sufrió el mural, los vecinos pegaron sobre la pintura negra una reproducción de los retratos femeninos que recreaba el paredón del polideportivo.
El de Ciudad Lineal no fue el único mural feminista que amaneció ultrajado. También uno en Alcalá de Henares -que había sido inaugurado el viernes 5 de marzo- y otro en Sevilla, donde este lunes agrupaciones de mujeres rodearon con cintas violetas el Parlamento de Andalucía.
Este lunes, la sesión del Tribunal Constitucional resolvió mantener la prohibición a las manifestaciones previstas en Madrid.
Así lo había resuelto el Tribunal Superior de Justicia de Madrid porque la pandemia convierte las manifestaciones en “un grave riesgo para la salud pública y para las personas”.
El Constitucional denegó la medida cautelar que contemplaba suspender la prohibición aunque sí admitió los recursos de amparo presentados por los sindicatos que pensaban marchar este lunes por Madrid.
En algunos balcones se vieron banderas moradas y algunas empleadas sanitarias salieron a la puerta de sus centros de trabajo para manifestarse en silencio.
“Porque la causa de las mujeres es la causa de toda la humanidad”, dijo el presidente Pedro Sánchez en el acto institucional de conmemoración oficial. “La ultraderecha no es un movimiento de resistencia al feminismo sino de retroceso”, dijo Sánchez.
Unas horas antes, por radio, la ministra de Igualdad, Irene Montero, se refirió a la prohibición de las manifestaciones en Madrid: “Tengo que acatar -dijo-. Eso sí, empatizo y entiendo a los movimientos feministas que han visto cómo la ultraderecha se ha manifestado con total impunidad. Ayer mismo veíamos concentraciones de hinchas de un equipo de fútbol sin ningún problema y creo que poner el foco en el movimiento feminista forma parte de una campaña de criminalización”, agregó la ministra de Igualdad este lunes.
“Es una criminalización del movimiento de mujeres. Nos están amenazando con que si el 8 de marzo salimos a la calle nos pueden penalizar y nos pueden multar. ¡Qué se animen a detenernos a todas!”, dijo a Clarín hace dos días Josefina Martínez, una historiadora argentina que vive aquí desde hace una década y es vocera en España de la agrupación internacional Pan y Rosas.
“No son motivos ni sectarios ni ideológicos. Son motivos objetivos y estamos preservando la salud de los madrileños”, justificó su decisión el delegado del gobierno en Madrid, José Manuel Franco. Según él, las 104 manifestaciones ahora prohibidas podrían haber llegado a convocar a más de 60.000 personas.
“No se mide el 8 de marzo, se mide cada día y a cada momento. Qué están haciendo otros partidos políticos que están gobernando y están quitando recursos para igualdad. Esa es la pregunta para el 8 de marzo”, politizó la causa la vicepresidenta primera del gobierno, Carmen Calvo.
Casi todos los partidos políticos españoles celebraron el Día de la Mujer, excepto Vox, que lo considera propaganda ideológica y que propone al 8 de marzo como día para la conmemoración de las víctimas del Covid-19.
En España, en aquellas ciudades donde están permitidas las manifestaciones, esta jornada emblemática se celebró de modos creativos y con poco público, según las medidas de seguridad para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus.
En Cataluña se anunciaron 60 marchas, una en el Paseo de Gràcia con una manifestación estática. En Zaragoza, hubo cacerolas frente a la Universidad y, en Pamplona, colgaron una soga con “los trapos sucios del patriarcado” en la Plaza del Ayuntamiento.
Madrid. Corresponsal
ap
Fuente Clarin
