Por Virginia Messi
Mauricio Gerónimo (34), ex concejal de Salvador Mazza, en Salta, siempre aseguró que le habían tendido una trampa. “Me hicieron una cama“, fueron sus palabras exactas. Cada vez que pudo se presentó como víctima de un complot político. Negó, negó y negó que fuera narco o ayudara a los narcos que operan en la frontera argentino-boliviana.
Ni cuando decidió huir a Bolivia -dejando a su hermano Jesús preso y con humeantes 600 mil dólares encima– paró de presentarse en sus redes sociales (desde la clandestinidad) como alguien totalmente inocente. Pero ¿inocente de qué?
La acusación contra el ex concejal, por la que está siendo juzgado desde hace una semana por la Justicia Federal de Salta, es fuerte: se lo imputa como uno de los cerebros de una organización que contrabandeaba cocaína boliviana a gran escala.
Particularmente se lo señala como el responsable de la logística de 267 kilos de cocaína que la Gendarmería secuestró en Santiago del Estero en febrero de 2016 y que iban escondidos en un camión. La droga había sido arrojada desde un avioneta en Salta, en la zona de Anta.
El ex concejal salteño Mauricio Esteban Gerónimo.
Luego de permanecer prófugo tres años, Gerónimo fue detenido en abril de 2019 en Bolivia y expulsado a la Argentina. Desde entonces vive en el penal de Güemes. Pasaron los años, pero su capacidad para el pataleo sigue intacta.
El 22 de marzo, dos días antes de que comenzara el juicio oral en cu contra, Gerónimo denunció al fiscal federal Ricardo Toranzos -que llevó la causa de los narcoconcejales- por “falsificación de instrumento público“. Básicamente sostiene que Toranzos armó todo el expediente para incriminarlo.
Ante el tribunal tambien pidió que tanto Toranzos como su secretaria letrada fueran citados como testigos en el juicio cuyo fiscal es Carlos Amad. Pero los jueces le dieron un “no” rotundo.
En el medio del tiroteo de la defensa, por toda la ciudad de Salta aparecieron carteles acusando a Toranzos de “macrista corrupto” (sic). Como Toranzos lleva varias causas por supuestas irregularidades en cobro de IFE y vacunación VIP, en principio se pensó que la munición venía por ese lado.
Sin embargo, otras fuentes señalan como autor de la campaña al empresario boliviano Wilson Maldonado Balderrama, supuesto dueño de la droga que manejaban los concejales de Salvador Mazza y hombre poderoso en su país que, por las idas y vueltas del poder mismo, cayó preso el pasado 27 de enero y está esperando su extradición a la Argentina.
Narcoconcejales parte 1
Aunque el juicio contra Mauricio Gerónimo recién empieza, el ex concejal de Salvador Mazza ya cuenta con un antecedente en su contra: otros siete acusados en la misma causa ya fueron condenados en un juicio que se realizó en 2018.
Al ex concejal Gabriel Alejandro Maurín (48), el tribunal le impuso una pena de 14 años de prisión y al hermano de Gerónimo, Jesús Sebastián, lo sentenciaron a 9 años como partícipe secundario.
Alejandro Maurín.
Nació en la ciudad salteña de Tartagal en 1973, pero su vida se desarrolló un poco más al norte, en Salvador Mazza, sobre la frontera con Bolivia. Allí tuvo una exitosa carrera política que le permitió, a principios de 2016, llegar a la presidencia del Concejo Deliberante. También ocupó el cargo de jefe de Bromatología de la Municipalidad y manejó la veterinaria más importante de la localidad.
En apariencia se trataba de un referente en su comunidad. Pero no. Este miércoles “Ale” Maurín (así se promocionaba en las campañas por el Movimiento Popular Unido, un partido alineado por entonces al Frente para la Victoria) fue condenado a 14 años de prisión como coautor del delito de “transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes“.
Maurín fue detenido el 26 de febrero de 2016, luego de que Gendarmería secuestrara en la localidad chaqueña de Taco Pozo 267 kilos de cocaína que viajaban en el doble fondo de un camión Mercedes Benz .
Ese camión, que estaba siendo monitoreado en dos causas, figuraba a nombre del diputado salteño Ricardo Aparicio, fallecido en 2013, un hombre cuyos contactos con narcos le valieron su cargo. Pero, en realidad, el vehículo pertenecía a la flota de Rubén “Yerco” Maurín (46), hermano de Alejandro, quien aparecía como titular del seguro.
El 14 de febrero de 2016, día en el que se secuestró el cargamento en Taco Pozo, “Yerco” -abogado y dueño de una flota de camiones en Corrientes- estaba escoltando el Mercedes Benz en una Ford Ranger 4×4. También fue condenado a 14 años de prisión.
En el caso se secuestraron numerosos teléfonos satelitales y el GPS que la banda usaba para ubicar a los aviones que debían arrojar la droga a un ritmo de 300 kilos de cocaína por viaje.
Estos teléfonos eran fundamentales ya que los campos elegidos para la descarga y acopio eran seleccionados específicamente para estar en un pozo de antenas celulares y así dificultar los seguimientos de la Justicia.
En este caso puntual, la droga de Wilson Maldonado Balderrama, marcada con la letra W en cada pan, fue tirada desde una avioneta en un campo de El Quebrachal.
La marca W en un pan de cocaína, atribuida al narcotraficante Wilson Maldonado Balderrama.
Por alquilar ese lugar y acondicionar la cocaína fueron condenados Sergio Velarde, su hermano Rubén y su tío, Francisco Escudero. A los tres les impusieron 12 años de prisión.
A Jesús Gerónimo lo detuvieron en su casa de la localidad de El Carril, Salta, cuando intentaba escapar con 521.000 dólares en un bolso. Ya estaba a bordo del Toyota Corolla de su hermano, con su familia. El dinero fue secuestrado y el Tribunal Oral Federal N° 1 de Salta ordenó su decomiso.
EMJ
Fuente Clarin