Por Guillermo Tiscornia*
1.Se supo que habiéndosele inoculado la primer dosis de la vacuna preventiva la señora juez federal –con competencia electoral- doctora María R. Servini de Cubría montó en cólera al tomado conocimiento de haber contraído SARS 2 ( COVID 19).
2. Fue así que –valiéndose de su posición de poder- amedrentó al Vice Jefe de Gobierno Porteño doctor Diego Santilli exigiéndole ser inoculada de inmediato con la segunda dosis e incluyendo en esa imposición una urgente vacunación a todo el personal de la Secretaría Electoral del Tribunal que la misma magistrado circunstancialmente conduce.
2. Se verifica un acto groseramente reñido con elementales pautas de delicadeza personal y de decoro que inexcusablemente deber observar un magistrado; ello es así por cuanto la doctora Servini de Cubría debería saber que fuera de su despacho oficial no es mas que una ciudadana común, la cual frente a la crisis sanitaria debe aguardar por su turno –como todos los demás- para ser inoculada por segunda vez.
3. Y en cuanto al riesgo potencial que el personal a su cargo contraiga el SARS 2 ( COVID 19) y dentro de una básica escala de prioridades sería mucho mas riesgoso para la ciudadanía toda el tener que enfrentar una hipótesis de contagio que involucre al personal de salud ( en especial a los encargados de las terapias intensivas) que el distinto riesgo de ver eventualmente frustrada la celebración de un comicio electoral.
4. La doctora Servini de Cubría además ha perdido de vista la verdadera agenda que resulta ser motivo de preocupación y de angustia de la ciudadanía en general; y está claro que ese mismo comportamiento indecoroso se vincula a la posición de poder de la que se vale la citada magistrado, lo cual, en el contexto explicado, amerita la pronta promoción de un jury de enjuiciamiento ante tamaña tropelía.
5. Saludo al señor Director muy atte.
*Guillermo J. Tiscornia
Ex juez en lo Penal Económico
DNI n°11. 371.779