Tras el malestar que provocó en diversos sectores de la sociedad el anuncio del presidenteAlberto Fernández de suspender las clases presenciales y prohibir la circulación de 20 a 6 horas en el AMBA, desde las redes sociales lanzaron una convocatoria paraprotestar las medidas. La cita, que en principio estaba pautada para este sábado, a las 17, en el Obelisco, también incluye como lugar de concentración a la quinta presidencial de Olivos.
La marcha fue impulsada por diversos usuarios descontentos con las decisiones y también por autoridades de la oposición, como la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y otros funcionarios quienes, minutos después del anuncio del Presidente, se movilizaron a la residencia de Olivos para mostrar su descontento.
“Haga patria, desobedezca”, “nunca más encierro” y “desobediencia civil ya” fueron alguno de los lemas que se difundieron por las redes sociales, en el marco de la convocatoria del 17A.
Decenas de manifestantes cortan el paso de la avenida 9 de Julio, quedando solo un carril disponible para circular. “No hay futuro sin educación. Escuelas abiertas ya”, se lee en uno de los carteles celestes y blancos que elevan los manifestantes. “Vakunagate K. De robar vacunas no se vuelve”, dice, al dorso, el mismo cartel. La mujer que alza el cartel también sacude un sonajero hecho con una botella plástica y piedras. “Es indignante el manejo que hace este gobierno de la pandemia. Hay fútbol pero no hay educación”, dice, en diálogo con LA NACIÓN.
“Las consecuencias del cierre de escuelas será un país de burros, que además estará fundido”, sostiene la manifestante de 56 años, quien prefirió mantener en reserva su identidad. Si bien la mujer no tiene hijos en edad escolar, se acercó al Obelisco a reclamar “por todos los argentinos”. Una amiga, con quien asiste a todas las movilizaciones, agrega, de costado: “El kirchnerismo quiere un pueblo ignorante para poder gobernarlo”.
La farmacéutica Mariana Funes es la primera vez en la cuarentena que adhiere a una marcha en contra del gobierno nacional, pero hoy dio el presente porque considera que el avance sobre las libertades se extralimitó. “El avasallamiento ya es total. Sin escuelas no hay futuro”, dijo la mujer a LA NACION.
Funes, también secretaria de actas del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb), agregó que marcha “para acompañar el reclamo social” porque considera que “los chicos tienen que ir a las escuelas a recibir la educación que necesitan”. Además, respecto a un tema que le compete por su profesión, sostuvo que “las vacunas tienen que estar en el circuito de comercialización normal, en las farmacias, como sucede en el resto del mundo”.
Por último, la mujer se expresó a favor de los comerciantes. “Estamos acá en apoyo a los comercios. Sin fuentes de trabajo no hay sindicalismo, solo pobreza”, concluyó.
Algunas personas procuran el distanciamiento social y se manifiestan en sus autos, que frenaron sobre 9 de Julio para detener el tránsito. Desde los vehículos, tocan bocina y elevan banderas y carteles. “El aula más peligrosa es la cerrada”, escribió una de las manifestantes motorizadas, que sostiene su cartel asomada por el techo de su auto. La frase replica los dichos del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien repudió fehacientemente el cierre de escuelas dictaminado por el Presidente.
La fila de vehículos detenidos se extiende, pasadas las 17.30, unos 200 metros desde del Obelisco. Entre los autos, una mujer embarazada golpea un bidón de agua. Tiene la panza al descubierto y sobre la misma escribió, con fibra negra “Alberto, la educación es mi futuro. Abran las aulas”.
Romina Abiad tiene 40 años y espera un bebé de siete meses. Tiene, además, una hija de cuatro años que, según sostiene, se negó a participar de las clases virtuales en la cuarentena: “El año pasado sufrió mucho. No quiso presenciar ningún Zoom. Lloraba todo el día, no soportó que la separen de sus compañeros”.
Abiad es madre soltera y se quedó sin trabajo con la pandemia. Se dedicaba al sublimado de prendas. Hoy, compra y revende ropa para poder mantener a su hija Martina y al bebé que está en camino. “Este gobierno es un desastre, hizo todo mal durante la pandemia”, sostuvo la mujer, que vive en Flores. Y enfatizó, respecto a las restricciones en el ámbito educativo: “Las aulas son lo más seguro que existe. La tristeza de Martina por la vuelta atrás es impresionante”.
En la Quinta de Olivos, una manifestante junto a su hija dijo que está allí “por la educación” y que sabe que “esto no van a ser 14 días, sino que se va a extender. Es un abuso. No se puede permitir”. Por su parte, su hijo dijo que se sintió mal cuando recibió la noticia porque le gusta estar con sus amigos y maestros.
“Nos quitaron tanto que nos quitaron el miedo”, dice el cartel que sostiene una manifestante en la puerta de la residencia presidencial.
Además del Obelisco y la Quinta de Olivos también hay manifestantes agrupados en la intersección de la avenida Cabildo y Juramento. En redes, los manifestantes comenzaron a subir imágenes y videos de la convocatoria. Bocinazos, aplausos y el himno nacional irrumpen en la 9 de Julio.
#17ATODOSaLasCalles#17AYoVoy#17A#Obeliscopic.twitter.com/WffDtABxMF
— La Etchecopar 🇦🇷 (@LaEtchecopar) April 17, 2021
¡Obelisco ahora! pic.twitter.com/WD7tbSms4r
— Lana Montalban (@LanaMontalban) April 17, 2021
Además de ciudadanos independientes, en la marcha participan las agrupaciones Acción Conjunta Republicana, el partido Republicanos Unidos, la juventud republicana, referentes de Partido Libertario, el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos y el Movimiento Revolucionario Tercera Posición, entre otros.
“Es muy importante que los chicos estén dentro de las escuelas. Que se terminen de un día para otro no es lo que esperábamos y no es lo mejor para los chicos”, dijo Martín Rozas, de la comisión directiva Asociación Colegios Privados de la provincia de Buenos Aires, en declaraciones en TN.
El representante señaló que la “gran duda” es la duración de la medida ya que el año pasado comenzó de esta misma forma y se terminó extendiendo prácticamente durante todo el 2020. “Necesitamos que después del 30 de abril la presencialidad vuelva”, dijo. “En este mes y medio de clases nosotros notamos que los chicos están felices y necesitan el contacto con sus pares. Además estamos seguros que las escuelas no son lugar de contagio”, puntualizó Rozas.
Uno de los comunicados que circuló en las redes sociales convocando a la movilización decía: “Cuando la patria está en peligro todo está permitido excepto no defenderla”.
MARCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, LA MENTIRA Y LA DESIDIA DE CRISTINA Y ALBERTO FERNÁNDEZ
📅 Sábado 17 de abril
🕔 17 h
📌 En el Obelisco y toda la Argentina#NoAlCierreDeEscuelas#NoAlRoboDeVacunas#17Apic.twitter.com/uEt18wBsqN— Nicolás Souto (@NicolasSoutoN22) April 16, 2021
Ayer, la Procuración dictaminó que la Corte Suprema de Justicia debe intervenir en la causa iniciada por la ciudad de Buenos Aires, que pidió que se declarara inconstitucional el decreto de necesidad y urgencia del presidente Alberto Fernández que dispuso la suspensión de las clases presenciales por 15 días en el AMBA.
Por su parte, Fernández, en una entrevista a Data Clave, dijo que no le parece correcto judicializar decisiones de política sanitaria en medio de una pandemia. “Les estamos exigiendo a los jueces que tomen decisiones que los exceden por el mismo marco objetivo de pandemia”, dijo el Presidente.
Ayer, durante la conferencia de prensa que brindó luego de la reunión que mantuvo con Rodríguez Larreta por las medidas adoptadas, el Presidente criticó a aquellos que dijeron que no acatarán las nuevas restricciones. “A mí la rebelión no eh, no estoy para tolerarles que hagan lo que quieran”, reprendió, y para completar la idea luego agregó: “La prepotencia no tiene que ver con un estado de derecho, a los que no les gusta, que recurran a la Justicia y hagan solicitadas”. Y argumentó: “Estoy para ayudarlos en la emergencia en la que estamos viviendo, no para tolerarles que hagan lo que quieran, la indisciplina, que he visto en muchos restaurantes colmados de gente”.
Con la colaboración de Inés Beato Vassolo
LA NACION