Por Daniel Romero
El domingo 18 llegaban al país, 864.000 dosis de vacunas provenientes del Fondo Covax, organismo encargado de proveer vacunas a los países en forma proporcional ante el faltante mundial de las mismas. También favorece que el costo final es directo y “sin intermediarios” evitando se encarezcan.
Curiosamnete, el gobierno argentino pidió expresamente, que enviaran al país las dosis mínimas posibles, siendo ésto reconocido por el mismo gobierno, según lo expresado por Mauricio Monsalvo, subsecretario de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud, en una reunión por zoom con la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados celebrada el 3 de febrero pasado. “Optar por el piso mínimo fue una elección inteligente”, afirmó aquel día.
El piso exigido era la cobertura del 10 por ciento de la población. Mientras que la Organización Panamericana de la Salud al anunciar el sistema, informo que la compra podría haber sido por hasta el 50 por ciento de los habitantes, es decir que Argentina podría haber asegurado la vacunación de 22 millones de personas con las dosis para una vacunación completa. El gobierno rechazo la posibilidad de obtener vacunación para “todos y todas” en forma transparente y económica, pero…
Mientras todo esto sucedía, en Ciudad Gótica, bajo el más estricto secreto, el laboratorio Richmond daba los toques finales a una acuerdo con Rusia para producir la vacuna Sputnik V en el país y preparaba el anuncio de la instalación de una nueva planta llave en mano con una inversión de casi 100 millones de dólares, gracias a la creación de un fondo fiduciario de rápida conformación.
La semana pasada hubo funcionarios que visitaron en secreto la planta bonaerense, entre ellos el ministro de Salud de Axel Kicillof, Daniel Gollán, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
Cabe destacar que Laboratorio Richmond no figura entre los 20 primeros que operan en el país, es decir, es un laboratorio chico que le ganó la partida a los más grandes que dominan el mercado. Curiosa carrera ganada por una pequeña escudería con un 4L a las Ferrari del mercado.
A todo esto, el incumplimiento del Instituto ruso Gamaleya con la entrega de vacunas Sputnik V abonadas, era un hecho.
El titular del favorecido laboratorio Richmond, es Marcelo Figueiras, esposo de la ex senadora ultra kirchnerista, María Laura Leguizamón, hecho este que genera ciertas suspicacias, en cómo llegaron donde llegaron.
Figueiras, también tiene intereses en el negocio del seguro y la banca. Fue dueño de una participación en el banco Finansur, que luego termino vendiendo al empresario K, Cristóbal López. A partir de 2017 comenzó cierto crecimiento y buscando expandirse a México, entre otros destinos.
Los primeros acuerdos fueron firmados por Figueiras a principio de año en Rusia, justamente cuando las vacunas Sputnik llegaban a cuenta gotas. ¿Demoras premeditadas?
Richmond hizo los anuncios ayer ante la Comisión de Valores y sus acciones treparon 33%.
Ayer, el Presidente de Richmond visitaba el Instituto Gamaleya junto a la funcionaria Cecilia Nicolini, luego mantuvieron una reunión privada con el ministro de Economía, Martín Guzmán, casualmente de visita oficial en Rusia. A principios de febrero, Alberto Fernández, también en secreto, visitó la planta del laboratorio de Figueiras en Pilar.
Figueras anunció la presentación del Fideicomiso Financiero “Proyecto V.I.D.A. (Vacuna de Inmunización para el Desarrollo Argentino)”, título rimbombante apto para la campaña electoral que se avecina. El objetivo del fideicomiso será financiar la construcción y operación de la planta de biotecnología para producir localmente vacunas. Los fideicomisos tienen la particularidad de contener fondos complicados de rastrear al igual que las escurridizas fortunas en Rusia, donde también la Sputnik es financiada por un fideicomiso. ¿Habrá entre los aportantes al fideicomiso, alguien que realice su contribución bolso en mano?
El antecedente.
En noviembre del 2020 otro laboratorio, casi marginal, HLB Pharma, también partió rumbo a Rusia junto a la inefable Carla Vizzotti, donde su titular intento aplicar un formato más primitivo, en la intención de ser quien intermediara entre el estado ruso junto a sus “fideicomisantes” en la provisión de la vacuna Sputnik al gobierno argentino, pero como decía Tusan, puede fallar, y fallo, todo se vino abajo cuando salieron a la luz, lo flojo de papeles de HLB Pharma y sus dueños.
El nombre “HLB” responde a las siglas de Hernán López Bernabó, dueño de la compañía (fundada en 2004) hasta hace cuatro años, cuando la firma quedó en concurso de acreedores. Al momento de la pretendida intermediación, la nueva composición societaria no había sido inscripta y las sospechas crecieron. Sus nuevos integrantes también arrastran sensibles antecedentes, que no son de interés en este momento.
Claramente el gobierno auspicio estos modelos, (Vizzotti fue chaperona en ambos intentos) siendo que otros países contratan directamente con los laboratorios productores de las vacunas, como pretendía hacer Pfizer, quien a último momento tuvo que desistir, dado que según versiones, hubo exigencias en el medio, imposibles de aceptar por el laboratorio con asiento en EE.UU, país que pena severamente las prácticas comerciales oblicuas.
Las Elecciones.
Si todo sale bien y la premisa Tusan no aparece nuevamente, y tras haber iniciado conversaciones el gobierno para suspender las elecciones un mes, las vacunas Sputnik V.I.D.A. estarían siendo aplicadas para antes de los comicios. Así todo, los comicios se muestran esquivos para el oficialismo, donde en las ultimas horas amenazan con eliminar las PASO con ayuda de quienes integran su alianza y con otros partidos de de izquierda con los que entablan negociaciones.
Eese parece ser el cálculo del oficialismo para la vacunación, algo un tanto complicado de realizar, dado el ritmo de que registra el país, al margen de la existencia o no de vacunas, pero así y desde luego esperando que se vacune lo antes posible a la población, en la memoria colectiva quedaría latente la falta de seriedad en los protocolos, la vacunación VIP que continua, la falta de liderazgo, la destrucción del aparato productivo y el empleo, la inseguridad creciente, amén de una inflación de casi 5% y la pobreza en el 48%. Pero, como sabemos, las carrearas se dan en la pista y, siempre esta el factor Ramos Padilla.