El CEO de Tesla, Elon Musk, quiere convertir cada hogar en una planta de energía distribuida que generaría, almacenaría e incluso devolvería energía a la red, todo ello con productos fabricados por su empresa.
Esta nueva política energética de la compañía fue revelada este lunes por Musk durante una llamada con inversionistas. Según reveló el sitio TechCrunch, la estrategia de la compañía tiene como objetivo escalar estos negocios energéticos apelando a los servicios públicos.
“Este es un futuro próspero tanto para Tesla como para las empresas de servicios públicos”, dijo durante la reunión. Y agregó: “Si no se hace esto, las empresas de servicios públicos dejarán de atender a sus clientes. No podrán hacerlo”.
Para reforzar sus dichos, Elon Musk recordó los apagones continuos en California el verano pasado y la falla más reciente de la red en Texas como evidencia de que la confiabilidad de la red se ha convertido en una preocupación mayor.
Powerwall, la superbatería para el hogar
La semana pasada, la compañía cambió su sitio web para evitar que los clientes solo compren los paneles de energía solar o su producto de almacenamiento de energía Powerwall y, en su lugar, requirieran un sistema integral.
Más tarde, Musk anunció el movimiento en un tuit, afirmando que “la energía solar se alimentará exclusivamente a Powerwall” y que “Powerwall se conectará solo entre el medidor de servicios públicos y el panel de la casa, lo que permitirá una instalación súper simple y una copia de seguridad perfecta de toda la casa durante las interrupciones de los servicios públicos”.
El argumento de Musk es que la red necesitaría más líneas eléctricas, más plantas de energía y subestaciones más grandes para descarbonizar completamente utilizando energías renovables más almacenamiento. Los sistemas residenciales distribuidos, que utilizan productos Tesla, proporcionarán un mejor sistema energético, según Musk.
Powerwall, la batería que Tesla presentó en 2015 para almacenar energías alternativas.
Lejos de ser otra de sus excentricidades, las palabras del CEO de Tesla fueron respaldados en parte por estudios recientes del Instituto de Tecnología de Massachusetts, que encontraron que EE. UU. puede alcanzar una red de cero emisiones de carbono con más del doble de su capacidad de transmisión.
En tanto, la Universidad de Princeton mostró que el país puede necesitar triplicar sus sistemas de transmisión para 2050 para alcanzar emisiones netas cero.
El sueño energético de Elon Musk
El multimillonario sudafricano imagina un sistema de red eléctrico radicalmente diferente al que tenemos en nuestros hogares, que está controlado y administrado de forma centralizada por operadores de red, organizaciones independientes como el Operador de Sistema Independiente de California o el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas, en los Estados Unidos.
No obtante, su visión está plagada de desafíos burocráticos y logísticos. Los servicios públicos y la política regulatoria tendrían que resolver cómo manejar una gran afluencia de los llamados “recursos energéticos distribuidos”, como los paneles solares en los techos residenciales, que pueden ir en contra de los modelos comerciales establecidos desde hace mucho tiempo.
Es importante señalar que si las energías renovables más el almacenamiento serán suficientes por sí solas para descarbonizar la red de energía es una cuestión polémica.
Muchos expertos creen que las demandas de uso de la tierra, los requisitos de almacenamiento y los problemas de intermitencia de las energías renovables pueden hacer que su papel como principal generador de electricidad del país sea una quimera.
Pero Musk fue durante mucho tiempo optimista sobre la adopción de un modelo de energías renovables más almacenamiento. En julio pasado tuiteó al respecto que “la física favorece el transporte eléctrico, las baterías para almacenamiento estacionario y la energía solar / eólica para la generación de energía”.
SL
Fuente Clarin