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Paradojas del partido más antiguo de estas comarcas. Para celebrar los 130 años de la fundación del radicalismo, la última figura notable en sacar ficha de afiliación, Martín Lousteau, será el anfitrión de otro emergente, Facundo Manes, quien amaga con volver a su cuna política tras décadas dedicadas a la investigación de la salud mental y el pensamiento crítico.
El jefe partidario, Alfredo Cornejo; los gobernadores Gerardo Morales, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés, además de los jefes parlamentarios, Mario Negri y Luis Naidenoff, todos con maratones recorridas en la militancia partidaria, se limitarán a saludarlos por Zoom.
En el escenario que se terminó de montar a las apuradas en el Comité Capital, se mostrarán solos, este sábado, al final del acto semipresencial, los dos protagonistas excluyentes de una obra que buscará dar una imagen de renovación y unificación partidaria, con el propósito de librar una dura batalla por el liderazgo del espacio opositor.
Para Manes significará dar un paso más hacia la consolidación de una candidatura aún no declarada y que el martes tendrá tal vez su confirmación en una demorada puesta con la treintena de intendentes radicales de la provincia de Buenos Aires.
El gesto del senador porteño será un reconocimiento a la necesidad de dejar de lado los pleitos de la interna de marzo pasado, cuando su candidato a dirigir el partido en la Provincia, Gustavo Posse, quedó 3 puntos abajo del que promovía el neurocientífico, Maximiliano Abad.
Sucedió el mismo domingo en que Lousteau conseguía ratificar el predominio de su agrupación, capitaneada por el diputado Emiliano Yacobitti y bendecida por Enrique Nosiglia, en el bastión de la Capital. Y semanas después del susto que los aliados cordobeses del ex ministro de Economía le dieron a la dupla Mario Negri-Ramón Mestre en otra interna provincial.
Quienes hablarán en el escenario y los que saludarán por Zoom se conjuraron semanas atrás capitalizar la interna del PRO para dejar de ser su furgón de cola dentro de Juntos por el Cambio. Será a través del armado de la lista en el distrito bonaerense, donde cada dos años se libran las madres de las batallas electorales.
La entrada en juego de Manes es la bala de plata del partido fundado por Leandro Alem cuando acusó a su socio Bartolomé Mitre de traicionar la lucha contra el “régimen” y la incógnita que aún no consigue despejar es con qué armado saldrá a dar la pelea contra Diego Santilli. Nada menos que el candidato de quien hasta hace poco era considerado el único capaz de representar una amenaza para el kirchnerismo en 2023, Horacio Rodríguez Larreta.
“La preocupación de Larreta es nuestra mejor encuesta”, dicen cerca de Manes, quien por ahora prefiere manejarse menos con expertos en rosca que con su equipo de confianza, encabezado por su hermano Gastón -flamante convencional nacional de la UCR- e integrado por jóvenes profesionales y científicos, incluyendo a otra pareja de hermanos, los Salvatto.
De la rosca se ocupan por el momento Abad y otros dirigentes partidarios, que dan por seguro que el respaldo de Lousteau a la movida arrastra a su aliado Posse, quien así declinaría su intención de plantar batalla por afuera.
De hecho, el intendente de San Isidro preparaba para su eventual lanzamiento un entendimiento con Emilio Monzó, representante de una de las varias patas peronistas de la coalición opositora, que fue de los primero en saludar el salto de Manes al barro de la política. Las palabras “centro” y “diálogo” brotan naturalmente en boca del ex presidente de la Cámara baja y del best seller de las neurociencias.
Sin embargo, la tropa de Monzó acaba de transmitirle fuertes advertencias a sus interlocutores radicales: si arreglan con su archienemigo Jorge Macri, harán rancho aparte. “Sería desperfilar el mensaje”, aseguran. Es que algunos le atribuyen al intendente de Vicente López hacer amagues de ir solo a la pelea contra Santilli, para terminar dándole una mano (con candidatos propios o con apoyo subterráneo) con la lista que logre frenar el aterrizaje del vice porteño en campo bonaerense. ¿Que dirá su primo Mauricio, que quiere colar al duro de Hernán Lombardi en alguna nómina?
Primera en la fila para secundar a Manes aparece Margarita Stolbizer. “Queremos dar un mensaje progresista”, aseguran los amigos del doctor que promueven el ingreso del GEN a Juntos por el Cambio. Otra pata peronista, la de Joaquín de la Torre, también está en carpeta.
¿Y Lilita? La diva de la Coalición Cívica le dio una bienvenida fervorosa al neurólogo, pero enseguida aclaró que si alguien puede ser prenda de unidad es ella misma. Si no la aceptan radicales y macristas de primera candidata, tirará la moneda al aire para definir a qué lista reforzará con su protegida, Maricel Echecoin.
Fuente Clarin
