Alhassan Adamu, de 83 años, ya sabía que iba a ser secuestrado y había alertado a su equipo de seguridad.
Hombres armados secuestraron esta madrugada a un emir y a 12 miembros de su familia en el estado de Kaduna, en la agitada región del noroeste de Nigeria, según fuentes del palacio.
Los asaltantes, llamados localmente “bandidos”, irrumpieron en el palacio de Alhassan Adamu, emir de Kajuru, de 83 años, ubicado en las afueras de la ciudad de Kaduna, capital del estado, de donde se llevaron a sus víctimas, incluidos mujeres y niños.
“Los pistoleros entraron por la fuerza en el palacio hacia la 0:30 hora local y se llevaron a Su Alteza y otros 12 miembros de la familia”, indicó Saidu Musa, un nieto del emir.
“Los secuestradores aún no nos han contactado”, añadió.
Otra fuente del palacio afirmó que el emir ya tenía conocimiento previo de que sería secuestrado.
“Ayer (sábado) convocó una reunión en la que informó al personal de seguridad de que había planes para raptarlo, pero no se tomaron en serio la amenaza”, de acuerdo con la fuente, informó la agencia de noticias AFP.
La policía de Kaduna no comentó aún este incidente.
Una práctica habitual
Grupos criminales que las autoridades denominan “bandidos” aterrorizan las poblaciones del noroeste y centro de Nigeria, atacan poblados, roban ganado y secuestran a personalidades locales o viajeros para cobrar rescate.
Estos grupos operan desde campamentos situados en el bosque de Rugu, que se extiende por los estados nigerianos de Zamfara, Katsina y Kaduna, así como por Níger.
El lunes pasado, hombres armados secuestraron a 140 estudiantes de una escuela y un día antes, en el mismo estado, asaltaron un hospital en Kaduna, donde varias enfermeras y un número indeterminado de bebés fueron raptados.
También la semana pasada, siete personas murieron en ataques en localidades vecinas, indicó Samuel Aruwan, encargado de seguridad del gobierno de Kaduna.
En tanto, en el estado de Traba, en el este del país, el lunes pasado raptaron a un funcionario.
Los ataques en Nigeria, anteriormente centrados en la zona noreste del país -donde operan Boko Haram e ISWA- se extendieron durante los últimos meses a otras zonas del norte y el noroeste, haciendo saltar las alarmas por la posible expansión de estas redes terroristas y criminales.
Aunque estos “bandidos” actúan impulsados por el afán de lucro, algunos son allegados a grupos yihadistas.
Fuente Telam