A diferencia de otras oportunidades, el ruido cambiario de las últimas semanas no tuvo a los bancos locales como protagonistas. Es que con el endurecimiento del cepo de octubre pasado, el porcentaje de ahorristas que puede comprar dólares en las entidades se redujo a un mínimo.
De todas formas, en las mesas de los bancos locales miran de cerca el salto de las cotizaciones paralelas y monitorean la brecha.
Si bien en la mayoría de las entidades consultadas por Clarín creen que el Banco Central tendrá poder de fuego para controlar cualquier turbulencia que surja en los próximos meses en el mercado cambiario, alertan porque cualquier cambio en el panorama financiero internacional puede afectar la estabilidad de la moneda.
Además, advierten que si la brecha se profundiza más allá del 90% que alcanzó este miércoles, las inestabilidades pueden ser mayores que las previstas.
“Las últimas medidas simplemente fueron restricciones adicionales sobre la operatoria del dólar contado con liqui, cuyo efecto será marginal y posiblemente de muy corto plazo“, señalaron en la mesa de una entidad privada.
“Creemos que el Banco Central tendrá que lidiar con continuas presiones por dolarización de carteras hasta las elecciones, y estas medidas sólo amortiguan temporalmente dicha presión”, dijeron.
En otra entidad señalaron que las limitaciones al mercado financiero sólo hacen que los inversores y las empresas busquen otras alternativas para dolarizarse, lejos de los controles oficiales.
“Cuántas más restricciones haya, el mercado se vuelve más chico y menos representativo. A su vez, aparecen precios diferenciales por todos lados. Es justamente la brecha de la brecha lo que termina preocupando”, explicó un operador, en referencia a las diferencias que aparecen entre los dólares alternativos y, por ejemplo, el dólar que se negocia entre privados en el llamado mercado Senebi.
Para los mesadineristas, las estrategias del Banco Central le sirvieron para reducir sus montos de intervención diario en el mercado de bonos, pero no alcanzan para disipar la demanda por cobertura, sobre todo en los meses previos a la contienda electoral.
“Todavía son montos relativamente pequeños los que está usando el BCRA para contener al paralelo, pero crecieron sustancialmente a fines del mes pasado”, destacaron en una entidad.
En promedio, los bancos dicen que la autoridad monetaria había vendido en el mercado de bonos cerca de US$ 30 millones diarios en los primeros días de julio y, tras las medidas que se anunciaron el fin de semana largo, esos montos se habrían reducido a la mitad.
Sin embargo, ven con preocupación que pese a las trabas el volumen operado de los bonos para hacer la operación de contado con liquidación o dólar MEP se duplicó desde mediados de junio.
“Esto indica mayores presiones hacia la dolarización y a la vez una intervención mucho más activa de parte del BCRA en los mercados paralelos respecto de los montos que se venían viendo en lo que va del año (prácticamente el doble)”, dijeron en un banco.
Dentro de los distintos testimonios hay coincidencias. Pese a los riesgos, en los bancos creen que el Central tiene espalda para mantener a raya las distintas cotizaciones y evitar una disparada del precio del dólar similar a la que se vivió en octubre del año pasado, cuando la brecha cambiaria superó el 130%.
Justamente es la diferencia entre el dólar oficial y los múltiples paralelos lo que preocupa a las entidades que ven en el nivel del 90% que alcanzó por estos días, una alerta roja. “Más allá de esos valores, las expectativas de devaluación se vuelven aún más difíciles de contener”, afirmaron en un banco.
“El BCRA debería intentar contener más decididamente el paralelo respecto de lo que estuvo haciendo últimamente, dado que si se mantiene al alza a un ritmo por encima del 5% mensual como viene sucediendo desde abril, los incentivos a dolarizarse por parte del público se espiralizan y no hay tasa en pesos suficiente que alcance para ser atractiva”, remarcaron.
Al mismo tiempo, los analistas consultados coincidieron en que el programa de Creadores de Mercado de Capitales que anunció el Gobierno en las últimas semanas, es una medida que no alcanza para impulsar las inversiones en moneda local, más allá de las necesidades financieras puntuales del Tesoro.
“Desde 2018 que el mercado de bonos fue totalmente golpeado. Ahora este programa ofrece difusos beneficios y es menos atractivo que el que la CNV de Mauricio Macri había impulsado”, se quejó el ejecutivo de una entidad.
NE
Fuente Clarin