El fiscal a cargo de la investigación del crimen del contador Gonzalo Calleja (29), hallado asesinado la semana pasada en un campo de la ciudad entrerriana de Paraná, solicitó 90 días de prisión preventiva para los cuatro imputados como autores del homicidio. el juez de Garantías Ricardo Bonazzola. finalmente hizo lugar al pedido pero por un lapso de 45 días.
El fiscal Santiago Alfieri dijo que los cuatro detenidos “y otras personas no individualizadas en conjunto lo sometieron” a Calleja por más de nueve horas en el interior de un departamento, “dándole muerte por asfixia y luego abandonando el cuerpo”.
La audiencia, suspendida en un primer momento ya que uno de los acusados no tenía el alta por coronavirus, se reanudó minutos antes de las 20 de este jueves y se extendió hasta la medianoche.
“Muy abochornado por lo que está sucediendo, pido disculpas por esta audiencia tan desprolija”, señaló el juez de Garantías Ricardo Bonazzola. tras las numerosas interrupciones de conexión.
De acuerdo a la exposición del fiscal Alfieri, Calleja dejó de comunicarse con su familia en la tarde del pasado miércoles 14 de julio, y ese día a las 16 los acusados Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman, “y otras personas no individualizadas, actuando en conjunto, lo sometieron (al contador)”.
Allí, según la investigación fiscal, lo “privaron de su libertad para sustraerle 15.000 dólares, su reloj inteligente, celular, billetera y mochila, hasta las 5:20 horas en el interior del departamento de Garay”.
Luego, le “dieron muerte por asfixia, y abandonaron el cuerpo en una zona de descampado”, por lo que caratuló la causa como “homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado”.
El cuerpo fue hallado un día después debajo de un árbol en un campo de trigo en calles Báez y Montiel, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto, en cuya guantera se hallaron más de 9.500 dólares.
Si bien el fiscal aclaró que se trata de “una investigación que está en el inicio” y con los elementos que se recolectaron “resulta acreditada la materialidad del hecho”.
Alfieri relató que Morato dijo “no poseer más su vehículo Fiat Uno”, para el momento del hecho, pero un comerciante de autopartes declaró que en la noche y madrugada de la desaparición de Calleja, el acusado “insistió en dejarle su auto en su desarmadero”.
En tanto, señaló que otra testigo vio a varios de los acusados en una vereda “exultantes, de no tocar el auto, hablando de ‘matar a alguien’, y que luego salen de una casa con una persona encapuchada, y lo metieron en el baúl de un auto”.
Por otro lado, el fiscal explicó que aún faltan las declaraciones de vecinos y personas “como testigos” y otras “pruebas de la escena y de laboratorio”, por lo que “existe el riesgo de entorpecimiento”, donde los acusados “busquen evitar que testigos den información?, motivo por el cual solicitó “la prisión preventiva por 90 días en una Unidad Penal”.
La abogada defensora de Garay, Fernanda Álvarez, dijo que “no existe mérito sustancial ni elementos objetivos que impliquen” a su defendido; mientras que su padre declaró que la noche de la desaparición del contador “la Policía entró, pateó todo, se lo llevaron (a su hijo) a un descampado y lo molieron a palos, le pisaron la cabeza”.
César Jardín y Andrés Amarilla, abogados defensores de Osuna, remarcaron que presentarán pruebas y testigos ya que el acusado el miércoles pasado “estaba en una cena familiar, tenía COVID-19 y necesitaba reposo constante” el día de la desaparición.
Asimismo, puntualizó en que la testigo lo señala como “alguien alto, tuerto, cabezón y con pelo enrulado” y Osuna “tiene los dos ojos, no es cabezón, ni alto, ni con rulos”, por lo que pidió la “la inmediata libertad y total desvinculación”, como así también lo solicitaron los defensores de Colman, Patricio Cozzi; y de Morato, Eduardo Gerard y Marcelo Franco.
Con información de Télam
GL
Fuente Clarin