Elisa Carrió lideró este martes un acto rumbo a las elecciones 2021, con María Eugenia Vidal. La referente de la Coalición Cívica defendió a la precandidata porteña de Juntos por el Cambio y cruzó las críticas por el salto de jurisdicción: “No pueden decir que es corrupta, gorda, puta o loca”. Además, acusó a la SIDE, habló de feminismo, “la llegada de Dios” y dejó un mensaje a los nietos argentinos.
Fue una Lilita a pleno show, transmitida por Instagram y en su salsa.
Durante casi una hora, Carrió paseó -a veces en zigzag- a lo largo de su temario personal. Hubo tiempo para la religión, para los servicios de inteligencia, para la izquierda, para la derecha, para los más jóvenes y para las PASO.
Buena parte de su discurso se lo dedicó a Vidal. Ya desde el inicio se mostró cariñosa con la ex gobernadora bonaerense, a quien -apurada por su agenda- le dio permiso para dejar el acto en Caballito.
“Primero quiero decir que María Eugenia tiene todo el derecho del mundo a ser candidata por la Ciudad. Si a mí no me discutieron por ir por la Ciudad, ¿por qué discuten a alguien que fue vicejefa de Gobierno porteño?”, se preguntó la fundadora del espacio que fue Cambiemos.
Elisa Carrió, de recorrida por Caballito con María Eugenia Vidal. Foto Twitter Carrió
Salió al cruce de las críticas que se centraron en el salto de jurisdicción que dio Vidal. En esa línea, cuestionó a Daniel Scioli y a Victoria Tolosa Paz, precandidata en Provincia de Buenos Aires.
“Es una cuestión de propaganda orquestada y es contra la mujer. A Scioli nunca le cuestionaron que fuera gobernador de Buenos Aires. A Kicillof tampoco. A la candidata del FPT, que vive acá (Tolosa), tampoco. Solo la cuestionan a Vidal, porque es lo único que le pueden decir“, dijo Carrió, en clave feminista de los tiempos que corren.
Y agregó: “No le pueden decir que es corrupta, no le pueden decir que es gorda, no le pueden decir que es sucia, que es puta, no le pueden decir que está loca”.
También hizo una lectura en el registro de la misoginia sobre los cuestionamientos a Vidal. Y se refirió a su experiencia personal.
“La única discriminada de esta nación está acá. Me dijeron loca, vieja, gorda, sucia, de todo”, exageró la exdiputada para luego advertir su verdad: “Nunca, ningún movimiento de mujeres feministas dijo nada“.
“Yo defiendo el derecho de las mujeres a ser personas, pero diferentes de los hombres. Y no un machismo inverso. A mí me dicen la peor de todas… ¡Me encanta ser la peor de todas!”, dijo en otro momento.
Continuó con su particular interpretación del feminismo: “A nosotras nos gusta la casa, amo el hogar, la mesa bien puesta. Ahora los hombres se parecen a las mujeres: les gusta cocinar, ahora pueden llorar. Yo quiero ser ama de casa y ama de casa vamos a ser siempre, porque ese es el verdadero matriarcado. Y nos gusta trabajar afuera, también”.
Acusaciones a la SIDE
Llegó el momento de evaluar el amplio espectro político argentino. Ahí también Carrió dejó otra advertencia: acusó a la SIDE -lo que hoy sería la AFI, la Agencia Federal de Inteligencia- de financiar la campaña de partidos “emergentes” para restarle votos a Juntos por el Cambio.
“Consulten quién financia las campañas electorales de los emergentes. Yo he tenido una experiencia. Cuando era primera candidata a diputada por Capital, siempre crecía la izquierda con mucha plata. Era plata puesta por la SIDE para que yo no ganara la Capital”, denunció la exlegisladora nacional.
“¿Entendieron que la SIDE puede financiar a la izquierda o a la derecha para sacar los votos de la oposición? Es más, me hicieron fraude”, disparó Lilita.
Como si fuera necesaria más claridad, reiteró: “Tengan cuidado porque hay crecimiento, pagado por la SIDE cualquiera sea el gobierno de turno, para sacarle votos a la única alternativa, que es Juntos por el Cambio”.
En disputa con aquellos movimientos pujantes repartió reproches en todas las direcciones, mientras la observaban Fernando Sánchez y Paula Oliveto, que acompañan a Vidal en su lista; y Cecilia Ferrero, Claudio Cingolani y Hernán Reyes, legisladores porteños.
“¿De qué me habla la izquierda a mí, si quien llevó al Citibank al banquillo de los acusados está acá? ¿De qué me hablan de la libertad, si los que pedimos por derechos humanos y libertad de expresión fuimos nosotros?”, sostuvo Lilita.
“En ese tiempo no había político de ninguna ideología, ni de izquierda ni de la derecha ni de las trompas de falopio (sic) que hablara de corrupción. La lucha hay que darla cuando el otro es fuerte”, agregó.
Elisa Carrió, de recorrida por Caballito con María Eugenia Vidal. Foto Twitter Carrió
Después le llegó el turno a un grupo ascendente.
“Ahora aparecen los libertarios, esto, lo otro. Pero muchachos, este cuerpo desgastado está acá. ¡No me van a correr ni por izquierda ni por derecha!“, remarcó entre aplausos.
Mensaje a “los nietos argentinos”
Pasaron la euforia, el enojo y las ironías. El show seguía. Pero, sin perder la firmeza, también hubo un momento para que Carrió diera un mensaje cálido para los jóvenes.
“Yo ya tengo a un hijo afuera del país. El otro día, el más creyente me dijo: ‘Mamá, me quiero ir a España, tenés que hacerte la ciudadanía española’. Y yo le respondí: ‘Bajo ningún concepto'”, ventiló, cómplice con el auditorio.
Siguió con su relato, con ribetes contrapuestos: “Yo le digo: ‘¡En diciembre viene Dios!‘. ¿No te das cuenta que ya viene, que diciembre va a ser otra cosa? Me dice ‘Bueno, mientras no esté, me voy un rato‘, jajaja. Me maté de risa, pero en el fondo es una tragedia que se vaya otro hijo”.
Recobró la severidad por un instante. “Cuando dicen ‘Ay, yo no voy a votar’. Mirá, pendejito de 16 años, ¿sabés qué? Todavía no pasaste lo que nosotros pasamos, viendo durante 60 años una Argentina decadente. Votá por nosotros y después hacé lo que quieras. Vamos a reconstruir la nación para que después tengan ganas de volver”, señaló.
Al final, volvió a la complicidad para llegar al voto joven.
“A todos los nietos les pido que voten masivamente a Juntos por el Cambio, ahí estamos los padres que queremos construirles una nación para que tengan futuro acá”, les pidió.
Y volvió a ser aplaudida por un público que actuó de fan. Era lógico: fue un show.
DS
Fuente Clarin