Crece la pandemia en Italia, pero contenida por la barrera virtuosa que forma el 60% de la población ya vacunada y el dato de que más del 90% de los contagiados internados no han sido inoculados. Los vacunados además sufren infecciones más leves y rara vez mueren. El dilema ahora es por dónde seguir vacunando: ¿los más jóvenes o los adultos que todavía dudan en ponerse una dosis contra el covid?
Las cifras dicen que los contagiados han subido de cinco mil a siete mil diarios, con 30 muertos cotidianos, mientras se consolida la cuarta oleada impulsada por la variante Delta, muy contagiosa. Los casos más graves que van a las salas de reanimación de terapia intensiva suben de a poco y en todo el país hay 352 pacientes.
La cifra está muy lejos del maximo de 4.003 registrados en marzo del año pasado. Están reabriendo ya las salas de enfermos menos graves que habían sido cerradas, para preparase a un aumento imprevisto. Actualmente suman 2.975 pacientes, un 4% de las peores cifras de las otras tres oleadas.
El gobierno y sus asesores científicos sostienen que la nueva oleada Delta está bajo control. Las veinte regiones italianas siguen, virtuosas, en la zona blanca de bajo riesgo. Ahora la medición de las curvas se hacen teniendo en cuenta el alza de los porcentajes en las terapias intensivas y en las salas ordinarias.
Sicilia
Hasta ahora ninguna ha perforado contemporáneamente el 10% en terapia intensiva y 15% en las salas ordinarias de contagiados. El Instituto Superior de Sanidad destacó este viernes que las regiones siguen blancas y que la región candidata a ser rebajada a la franja amarilla es Sicilia.
Sicilia, entre el calor y los contagios. Foto: AP
La isla está cerca del diez por ciento en las terapias. La semana que viene podría ser obligada a pasar al amarillo, la zona en que comienzan las restricciones a los movimientos para disminuir el movimiento del virus.
Sicilia está llena de turistas nacionales y extranjeros que difunden focos infecciosos. El turismo ayuda a la economía de todos pero también multiplica los virus.
Lazio, cuya capital es Roma, es la región que está mejor, tras haber sido la peor al comenzar la cuarta oleada debido a la cantidad de contagiados con Delta en los festejos de julio por la victoria italiana en la Copa Europea en la final de Wembley contra los ingleses.
Superada la fase festejos, el área metropolitana más grande de Italia ha recuperado gracias a su condición de región donde más vacunas han sido inoculadas. La mayor parte de los romanos han recibido las dos dosis y están inmunizados. Se contagian poco.
El dilema
Pero el camino a seguir ha instalado un dilema. Muchos sostienen que hay que avanzar sin más vueltas con la vacunación de todos chicos mayores de 12 años a fines de setiembre.
La creación y difusión rápida del Pasaporte Sanitario refuerza, en cambio, a los que quieren pasar a la obligación para todos los mayores de 30 años de ser vacunados. En las franjas de 30 a 49 años hay 6,8 millones que no han puesto el hombro a la jeringa y entre los de más de 50 años se agregan otros 4,5 millones.
El presidente de la Región Liguria (capital Génova), Giovanni Toti sostiene esta línea dura. La posición de Toti es importante porque es un conservador que estaba en el partido de Silvio Berlusconi y hoy se ha asociado a la centroderecha, que incluye a los duros de la destra como Matteo Salvini y Giorgia Meloni, ambos contrarios a obligar a vacunar a los díscolos.
En la línea de obligar a los que no se dejan vacunar, las autoridades regionales han comenzado a dar leña, suspendiendo a los médicos, enfermeros y demás personal sanitario público que no se han vacunado. Son ya centenares los que han sido enviados a sus casas suspendidos y sin sueldo.
Chicos internados
Mas delicado es el problema de los niños y adolescentes hasta 17 años. Bambino Gesú, el mejor hospital pediátrico italiano, propiedad de la Santa Sede, alarmó con un dato: “Se han cuadruplicado las internaciones de menores de 15 años de edad. Incluso pacientes de diez meses, bebés”.
La cuarta oleada embiste a la infancia, lo que no ocurría en las otras tres. Tal vez es otro resultado de la variante Delta. Desde hace un mes las salas de reanimación y de enfermos menos graves ocupan los lechos infantiles.
El profesor Alberto Villani, director del departamento de Emergencias del Bambino Gesú explicó que “en el último mes hemos internado cuarenta niños positivos contra los diez del mes anterior. La edad de los enfermos varía de los bebés de 10 meses a los adolescentes de 15 años”.
“Cuando deben ser hospitalizados tienen disturbios pulmonares, un debilitamiento de las condiciones generales, fiebre. Algunos ya no logran comer”, explicó.
Villani dijo que “el 80% se contagia en el ámbito familiar”. El profesor señaló que “los curamos con el oxígeno, terapias rehidratantes y fármacos” y que “es grande la preocupación de que el fenómeno pueda alargarse”.
El pediatra dijo que es importante extender enseguida el derecho a la vacunación también a los bambinos de entre 5 y 12 años, y no solo para aumentar la cobertura homogénea del 70% de la población inmunizada.
“Entre los grandes países tenemos las mejores tasas de mortalidad infantil, con el 2.75 niños cada mil habitantes. Mejor que Francia (3.2), Alemania (3.4) y Gran Bretaña (4.2)”.
Para los menores entre 10 y 18 años están ya listas las vacunas pediátricas de Pfizer y Moderna. En cambio para los chicos más chicos aún se debate la conveniencia.
Los mismos colosos farmacéuticos Pfizer y Moderna están presentando vacunas para los niños y bebés de edad inferior a 10 años de edad que deben aprobar la Agencia de Alimentos y Drogas de EE.UU. y la EMA, el órgano sanitario europeo.
Roma, corresponsal
Fuente Clarin