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Por Beto Valdéz
Si se confirman los malos pronósticos electorales en la provincia de Buenos Aires, el presidente Alberto Fernández está en condiciones políticas y psicológicas de asumir que lo señalen como el “mariscal de la derrota”. El escenario electoral anticipa una implosión dentro del Frente de Todos.
En el amplio universo del Frente de Todos bonaerense empiezan a asimilar que el escenario electoral luce muy complicado. Los responsables de la campaña electoral perciben en las encuestas que, desde el estallido del Olivosgate, la intención de voto de la lista que lidera Victoria Tolosa Paz viene en franca caída. Habrá que encontrar un responsable. ¿Alberto Fernández está en condiciones políticas y psicológicas de asumir que le endilguen el mote de “mariscal de la derrota “?
Esa es la pregunta del millón por estas horas en el oficialismo. “Cristina Fernández de Kirchner y Máximo aparecen decididos a responsabilizarlo de un eventual revés o un emparre con sabor derrota”, comentan voceros del FTD. “Alberto no está en condiciones de bancarse ese mote, está más débil de lo que parece, si tiran mucho de la soga se lo van a llevar puesto”, confiesa un allegado a la Casa Rosada.
En el Instituto Patria responden que “alguien se va a tener que hacer cargo de este desastre y no van a pretender que sea la doctora cuando se hizo todo lo contrario de lo que ella reclamaba, el gobierno sigue copado por los funcionarios que no funcionan”. Evidentemente, si se confirman los malos pronósticos electorales, se va a generar una implosión en el FTD que puede poner en riesgo la vida interna de esta coalición que parece una familia ensamblada.
Es muy probable que se agudicen las contradicciones internas y se inicie un pase de facturas entre todos los sectores. Los Barones del GBA están escépticos y “a media máquina”. Se van a dedicar a cuidar su boleta de concejales porque la de diputados nacionales puede ser un yunque que los tire para abajo. Según los últimos números, Tolosa Paz solo está reteniendo el 40% de los votantes de Alberto y Cristina en 2019. Y encima la paliza electoral que le pronostican en el interior bonaerense no parece sencilla de remontar en el conurbano, donde ganan pero por mucho menos que antes.
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER.
¿Con estas perspectivas como hará el presidente para encarar ese tsunami hasta las elecciones generales de noviembre ¿Va entregar a Santiago Cafiero y al resto de los ministros cuestionados por la alianza de CFK, Máximo, Axel Kicillof y Sergio Massa?
Todo comenzará en el búnker de Villa Crespo el domingo 12 de septiembre a la noche. ¿Si la suma de la lista de Diego Santilli más la de Facundo Manes supera a la de Tolosa Paz quien saldrá a poner la cara? ¿Qué argumentos van a plantear para justificar semejante cantidad de votos en dos años? Por eso solo se aferran a una baja participación y a los serios problemas de fiscalización que exhibe Juntos por el Cambio en el GBA.
Fuente MDZ
